La Guardia Civil ha llevado a cabo la operación «BALS» en la Región de Murcia, que ha resultado en la detención de dos individuos acusados de fabricar explosivos de forma ilegal y causar riesgo con explosivos y otros agentes. La investigación se inició tras recibir una alerta del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) sobre la adquisición sospechosa de sustancias precursoras de explosivos por parte de estas personas.
Los precursores de explosivos son productos químicos que, en ciertas concentraciones y combinaciones, pueden utilizarse para fabricar explosivos de manera casera y no autorizada, lo que resulta en su comercio, adquisición, posesión y uso bajo estricto control.
La Guardia Civil lleva a cabo campañas anuales para sensibilizar a empresas y pequeños comercios que manejan estos productos, solicitando que notifiquen cualquier compra sospechosa. La investigación identificó a los compradores de precursores, quienes residían en diferentes localidades y no estaban relacionados entre sí. Ambos habían adquirido sustancias precursoras, así como otros productos químicos, mecha, material de laboratorio profesional y componentes eléctricos.
Después de descartar cualquier vínculo con organizaciones terroristas o radicales, la investigación localizó lugares donde los detenidos presuntamente fabricaban y almacenaban explosivos. Se llevaron a cabo detenciones y se incautaron más de 700 gramos de mezclas explosivas de fabricación casera, 15,5 kilogramos de sustancias precursoras y otros productos químicos utilizados para la producción ilegal de explosivos, así como material de laboratorio y equipos electrónicos para la ignición a distancia de explosivos.
Cabe destacar que uno de los detenidos había fabricado un artefacto explosivo casero para «ahuyentar» posibles ladrones en una vivienda en una zona aislada que había sufrido robos. La adquisición, tenencia y uso de sustancias precursoras de explosivos están regulados para prevenir su desvío hacia fines ilícitos, violentos o terroristas.
La Jefatura de Información de la Guardia Civil trabaja en estrecha colaboración con estas regulaciones, analizando solicitudes de licencias de precursores y llevando a cabo inspecciones en establecimientos que comercian con estos productos. Esta operación no solo evitó el desvío de explosivos al mercado negro sino que también eliminó el riesgo de explosiones accidentales durante la manipulación o almacenamiento.
La operación fue llevada a cabo por la Jefatura de Información de la Guardia Civil en conjunto con el Grupo de Información de la Comandancia de Murcia, con el apoyo del Grupo de Desactivación de Explosivos (GEDEX) de Alicante y el Servicio Cinológico (perros detectores de explosivos).
