La Unión de Uniones ha manifestado su repudio ante los actos vandálicos llevados a cabo por viticultores franceses en la frontera, que incluyeron la destrucción de cientos de cajas de vino español y tomates. La organización exige al Gobierno español que solicite sanciones contundentes por parte de la Unión Europea para evitar futuros episodios de este tipo.
La destrucción de vinos y otras mercancías españolas en la frontera por parte de viticultores franceses ha suscitado una fuerte reacción por parte de Unión de Uniones. La organización condena estos actos vandálicos, que considera ilegales y perjudiciales para el libre comercio, y subraya que estas acciones no afectan a los verdaderos responsables de la crisis que atraviesan los viticultores.
A pesar de la corta vendimia, los viticultores españoles se han visto obligados a vender su uva a precios extremadamente bajos, sin contar con el apoyo específico que el Gobierno francés ha proporcionado a su propio sector vitivinícola. Sin embargo, Unión de Uniones enfatiza que la destrucción de mercancías en la frontera no es la solución a los problemas.
La organización hace un llamado a la responsabilidad, señalando que la respuesta a la crisis no debe implicar la destrucción de mercancías. En este sentido, plantea la hipotética situación en la que los ganaderos españoles podrían sentirse justificados para atacar camiones de leche francesa debido a la entrada constante de productos lácteos franceses en el mercado español, mientras miles de granjas nacionales se ven afectadas por los bajos precios. No obstante, Unión de Uniones rechaza esta vía y aboga por una solución dialogada.
Unión de Uniones sostiene que los viticultores franceses están equivocando su enfoque, argumentando que la verdadera causa de la ruina de los agricultores no es la competencia desleal entre ellos, sino las políticas gubernamentales, la industria y la distribución. La organización considera que el enojo de los agricultores se debe a políticas europeas que permiten la entrada de productos importados sin los mismos estándares de calidad, así como compromisos ambientales innecesarios y disfunciones en la cadena alimentaria.
La Unión de Uniones hace un llamado a la colaboración entre los agricultores españoles y franceses para enfrentar a quienes son responsables de la crisis y pide que cese el vandalismo irracional.
Finalmente, la organización exige una intervención inmediata del Gobierno español para solicitar sanciones contundentes a la Unión Europea contra Francia y garantizar la protección de la libre circulación de mercancías y personas en la frontera, como obligación de las autoridades francesas.
Envidiosos.