Redacción.- La Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Sanidad, ha publicado una serie de consejos destinados a garantizar la seguridad de quienes se aventuran en la recolección y el consumo de setas durante la temporada micológica. Estas recomendaciones buscan prevenir intoxicaciones alimenticias y asegurar que los aficionados a la micología disfruten de esta actividad de forma responsable.
En primer lugar, se destaca la importancia de estudiar cuidadosamente las setas antes de recolectarlas. Los expertos aconsejan asistir a cursos y exposiciones, comparar las setas recolectadas con descripciones de libros y guías de hongos, y consultar publicaciones relacionadas con el tema. Además, se recomienda pedir la opinión de un experto o acudir a alguna asociación micológica, especialmente cuando se trate de especies que puedan causar confusión. Es fundamental recolectar las setas en su totalidad para facilitar su identificación precisa.
Según la información proporcionada en la página web de SaludCastillayLeón.es y en los dípticos divulgativos, es imperativo evitar el consumo de setas recolectadas por otras personas, a menos que se tenga absoluta certeza de su experiencia en la materia. También se debe evitar recolectar setas en los bordes de las carreteras o cerca de campos de cultivo y zonas industriales, ya que podrían contener sustancias peligrosas.
En cuanto a la recolección, se aconseja recoger solo la cantidad de setas que se planea consumir, ya que son alimentos perecederos y no pueden conservarse por mucho tiempo en el frigorífico. Además, no es recomendable consumir grandes cantidades de setas, ya que esto podría resultar en problemas digestivos. Lo ideal es consumirlas en comidas en lugar de cenas. Las setas demasiado maduras pueden ser indigestas, y las muy jóvenes son difíciles de identificar, lo que aumenta el riesgo de confusión.
En la temporada de recolección de setas, es importante no dejarse llevar por los dichos populares sobre su comestibilidad, ya que muchos de ellos son falsos y carecen de fundamento. Algunos ejemplos de dichos populares erróneos incluyen la creencia de que las setas venenosas ennegrecen la plata si se cocinan con objetos de este metal, que todas las setas blancas o azules son venenosas, o que las setas con anillo son inofensivas. La guía advierte que no se deben consumir setas de las cuales no se tiene una certeza absoluta sobre su comestibilidad.
Para garantizar la seguridad en caso de ingestión de setas tóxicas, se recomienda acudir al centro sanitario más cercano en caso de experimentar alteraciones digestivas o nerviosas después de su consumo. Es importante llevar consigo un ejemplar de las setas ingeridas para facilitar la identificación. Los números de contacto de interés son el 112 para urgencias y el 915 620 420 para el Instituto Nacional de Toxicología.
