Hoy, en el marco del Día Mundial del Ahorro de Energía, activistas de Greenpeace llevaron a cabo una acción en 13 localidades españolas para protestar contra las grandes empresas eléctricas, especialmente Iberdrola, Endesa y Naturgy, por lo que consideran un obstáculo a la instalación de paneles solares compartidos en viviendas. La organización ecologista denuncia que el oligopolio eléctrico está convirtiendo en un calvario burocrático la implementación de placas solares para el autoconsumo colectivo en bloques de viviendas, un problema que afecta a la mayoría de la población española.
En concreto, el voluntariado de Greenpeace colocó pegatinas con el mensaje «Oficina de bloqueo al autoconsumo» en las oficinas de información de Endesa, Iberdrola y Naturgy en diversas ciudades, entre ellas A Coruña, Palma de Mallorca, Girona, Pamplona, Almería, Bilbao, Cádiz, Córdoba, Málaga, Granada, Murcia, Valladolid y Zaragoza.
El objetivo de esta acción es destacar los obstáculos técnicos y administrativos que las grandes eléctricas imponen a las personas que desean instalar sistemas de energía solar en sus hogares, especialmente en viviendas colectivas o bloques de vecinos. Estas barreras burocráticas dificultan la implementación de paneles solares y limitan la capacidad de las personas para ahorrar en sus facturas de electricidad.
María Prado, responsable de la campaña de Clima y Energía de Greenpeace, declaró: «Queremos visibilizar que estas empresas están impidiendo a la ciudadanía ejercer su derecho a disfrutar de la energía solar, dificultando la instalación de paneles solares en sus viviendas. Esta situación se da de manera sistemática en bloques de vecinos y comunidades energéticas, donde el autoconsumo se comparte entre distintas personas, conocido como autoconsumo colectivo».
El autoconsumo solar se ha convertido en una herramienta clave para el ahorro de energía y la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, el crecimiento del autoconsumo en viviendas colectivas ha sido prácticamente inexistente debido a los obstáculos impuestos por las grandes eléctricas. Mientras que el autoconsumo solar en viviendas individuales ha experimentado un crecimiento del 1200% en los últimos cinco años, la instalación de paneles solares compartidos en bloques de viviendas se ha mantenido en niveles mínimos.
Las empresas distribuidoras vinculadas a las grandes eléctricas obstaculizan estos procesos con demoras injustificadas, exigencias de modificaciones en la red de distribución y anulación de expedientes, lo que impide que la ciudadanía pueda disfrutar de su derecho al sol. Greenpeace y otros defensores del medio ambiente están presionando para eliminar estas barreras y fomentar la adopción de energía solar compartida como una forma efectiva de ahorro de energía y reducción de emisiones de carbono.
