Redacción.- La Comisión de Desembalse de la cuenca del Duero ha dado luz verde al plan de llenado de los embalses para el año hidrológico 2023-2024, tras un año extremadamente seco que dejó las aportaciones a los embalses un 18% por debajo de los valores promedio. Esta situación fue resultado de una variabilidad climática inusual, que llevó a entradas a los embalses durante la campaña de riego más bajas de los últimos 25 años, registrando solo 415 hm3 en comparación con la media de 1.006 hm3.
Hasta el 27 de octubre, los embalses gestionados por la CHD se encontraban al 33,6% de su capacidad total, almacenando 957,8 hm3, un aumento de 2 puntos porcentuales con respecto al año anterior (31,1%), aunque aún por debajo del promedio de la última década (40,2%). Las recientes lluvias han contribuido significativamente, agregando 58,5 hm3 en la última semana, especialmente en la zona noroeste de la cuenca.
El año hidrológico 2022-2023 fue caracterizado por la sequía, con solo 2.720 hm3 de entradas a los embalses, un 18% menos que el promedio de los últimos 25 años. Los meses de abril y mayo marcaron mínimos históricos en 11 de los 13 sistemas de explotación. Al finalizar en septiembre, las reservas totales eran de 902 hm3, apenas el 32% de la capacidad total del embalse, un valor muy inferior a lo habitual.
A pesar de estas condiciones adversas, la campaña de riego de 2023 fue gestionada de manera efectiva en la mayoría de los sistemas, gracias a la anticipación en los desembalses y a ciertas lluvias que aliviaron la situación en junio y septiembre. Sin embargo, la zona Pisuerga-Bajo Duero experimentó restricciones debido a la escasez de reservas.
La Comisión de Desembalse, compuesta por representantes de la Confederación Hidrográfica del Duero, la Administración del Estado y usuarios del agua, es responsable de formular propuestas para el régimen de llenado y vaciado de los embalses, adaptándose a las demandas de los distintos usos. La aprobación del plan para el próximo año hidrológico refleja la importancia de una gestión cuidadosa de los recursos hídricos en la cuenca del Duero, subrayando la necesidad de un otoño e invierno húmedos para asegurar la recuperación completa de los embalses.
