Redacción.-
A solo 10 días de que entre en vigor la esperada Ley de Bienestar Animal, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2023 ha lanzado un comunicado que ha dejado a los propietarios de perros con más preguntas que respuestas. La principal preocupación se centra en las obligaciones que no serán aplicables hasta que se desarrolle el Reglamento, generando confusión sobre el alcance del seguro de responsabilidad civil para perros.
A partir del próximo 29 de septiembre, todos los dueños de perros estarán obligados a contratar un seguro de responsabilidad civil para sus mascotas. Esto significa que ya no serán solo los dueños de razas potencialmente peligrosas o los residentes en comunidades como Madrid y País Vasco quienes deben tener este seguro. La incertidumbre recae en la cobertura que ofrecía el seguro de responsabilidad civil privada habitualmente incluido en las pólizas del hogar para los daños causados por el animal.
La obligatoriedad del seguro podría interpretarse como la anulación de la cobertura de las aseguradoras de responsabilidad civil privada, lo que podría dejar a los dueños de perros asumiendo parte o la totalidad del costo de la responsabilidad civil en caso de daños a terceros. Este riesgo también se extiende a las víctimas si el dueño no es solvente.
La falta de un Reglamento que defina claramente el alcance de la nueva ley es la raíz de esta confusión. El ambiguo anuncio del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2023, realizado solo 10 días antes de la entrada en vigor de la ley, señala que «en puridad de términos jurídicos, no resulta efectivamente aplicable hasta que se desarrolle el Reglamento», responsabilidad del propio Ministerio.
Para prevenir posibles problemas, la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) aconseja a los dueños que no tienen ya contratado un seguro obligatorio ponerse en contacto con su aseguradora del hogar o de responsabilidad civil para verificar que su animal esté cubierto con la nueva ley. De ser necesario, deben solicitar un suplemento que incluya la cobertura requerida por la norma, que también amplía la cobertura a cualquier persona que se haga cargo del animal. Algunas compañías están emitiendo este suplemento sin costo adicional. Si su aseguradora no ofrece esta opción, considerar un cambio de seguro podría ser prudente. Además, se recomienda la opción de contratar una póliza específica con un capital más alto posible, ya que esto garantiza una mayor protección. En este último caso, los precios oscilan entre 50 y 90 euros anuales para un capital de 300.000 euros en responsabilidad civil, con una franquicia que varía de 150 a 300 euros.
En lo que respecta al futuro Reglamento, la OCU exige que se concrete lo antes posible y que se equipare el capital de responsabilidad civil de un perro al de un automóvil, especialmente en el caso de razas potencialmente peligrosas, donde el mínimo actual es de solo 120.000 euros según la norma estatal. La OCU también señala otros aspectos importantes pendientes de desarrollo, como la lista de animales considerados mascotas, la periodicidad y el tipo de cuidados veterinarios requeridos, así como las condiciones del curso para los propietarios de los nueve millones de perros registrados en el país.
La entrada en vigor de la Ley de Bienestar Animal y la falta de claridad en su implementación han generado inquietud entre los propietarios de perros, quienes buscan respuestas sobre la obligación del seguro de responsabilidad civil. La OCU aconseja a los dueños tomar medidas preventivas y aboga por una pronta definición del Reglamento para garantizar una protección adecuada para las mascotas y sus dueños.
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