Redacción.-
¡En camino hacia la fe y la esperanza! Millones de peregrinos se preparan para vivir una experiencia única en las Jornadas Mundiales de la Juventud en Lisboa, Portugal. Sin embargo, esta travesía de fe también trae consigo el reto de enfrentar problemas circulatorios en las carreteras españolas.
Entre el 1 y el 6 de agosto, más de 1,5 millones de corazones viajarán en autobuses desde diferentes puntos de España hacia la capital portuguesa. Un encuentro con el Papa Francisco que llenará de emoción los corazones de jóvenes y creyentes de todo el mundo.
Para garantizar la seguridad de todos los peregrinos y responder ante cualquier incidencia, los héroes de la carretera, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, estarán atentos con un dispositivo especial. Su vigilancia y control en los itinerarios que transiten estos vehículos serán fundamentales para velar por el bienestar de quienes se embarquen en esta travesía de fe.
Además, se prestará especial atención a los transportes colectivos, asegurándose de que los conductores respeten los tiempos de conducción y descanso, así como las condiciones de seguridad de los vehículos. La meta es simple: un viaje seguro para todos.
El recorrido de la JMJ conlleva retos y desafíos, pero la unión entre países es clave para superarlos. La coordinación con las autoridades portuguesas desde julio muestra el compromiso en garantizar un paso fluido y seguro para los peregrinos.
Porque en cada kilómetro recorrido, en cada mirada llena de esperanza, en cada sonrisa que se cruzará en las carreteras, la fe será el faro que ilumine el camino. La Jornada Mundial de la Juventud es un evento lleno de emociones y la protección en el trayecto es un pilar fundamental para que todo sea un éxito.
El Plan de Movilidad Específico será nuestra guía para enfrentar este reto en la carretera. Una nueva oportunidad para demostrar que, juntos, podemos superar cualquier obstáculo en el camino hacia la fe y el amor.
