Cartas
«Para Carlos Pariente. Lo mejor de mi vida».
Por Isabel.
Sucedió un domingo, 27 de mayo de 1978. Ya han pasado 45 años. Por entonces yo tenía 17 primaveras y él ya había cumplido la Mili. Al pasar por su lado dijo: «¡Vaya rubia más bonita!», a lo que yo le contesté: «Si no me has visto la cara…». Fue en una multitudinaria reunión de juventudes llegadas de toda España que organizaba la JOC (Juventudes Obreras Católicas). Los curas también iban y formaban parte de éstas. Bueno, pues empezaron a emparejar a chicas y chicos haciendo el paripé de bodas pero, curiosamente, el cura que nos casó en broma fue el mismo que nos casó un 7 de julio de 1984.
En esta historia el protagonista es él. Mi marido: Carlos Pariente Cesteros. Quiero dedicarle este escrito, todo es bueno en él. Siempre lo he dicho. Has sido, eres y serás la mejor lotería que me podía tocar. El próximo 7 de julio será nuestro 39 aniversario y ojalá que nada ni nadie nos rompa cuanto hemos construido a lo largo de estos años.
Hace poco me pidió que escribiera sobre unos atletas como homenaje a su trayectoria deportiva, y eso me ha dado la idea de relatar la suya propia, ya que ha dedicado 27 años de su vida a ser un gran atleta, corredor de fondo. Ha llevado el nombre de su villa natal, Medina del Campo, con todo el orgullo.
Empezó a correr a los 29 años, sin entrenador, sin dieta adecuada, incluso sin calzado apropiado; autodidacta siempre, ha ido por libre compitiendo en todas las carreras posibles. Su tesón y fuerza de voluntad le hacían alcanzar metas impensables. Su primera carrera en 1984, con tan solo dos meses de preparación, fue en Miranda de Ebro con un tiempo de 1h y 18 minutos. Su inexperiencia le hizo salir como una liebre corriendo en los primeros puestos, pagando la novatada. Lógicamente, el tiempo le ha enseñado a controlar tiempos y reservar fuerzas, mejorando marcas y aprendiendo de sus rivales.
El primero club de atletismo que se hizo en Medina del Campo el 10-3-1985 se llamó «La Zancada». Nació en el bar La Canasta, ubicado en la calle Villanueva, y sus integrantes fueron: Mauricio Pisador, Carlos (Kani), Fernando Pariente, José Luis García, Jesús Cuadrado, Carlos Pariente, Cipriano López y Gregorio Cesteros. A todos ellos se les debe el auge que ahora tiene nuestra Media Maratón. Todos han tenido muy buenas marcas y han llevado el nombre de la villa dondequiera que fueran.
Carlos cuenta con un currículum muy extenso: 40 medias maratones que oscilan desde 1 hora y 11 minutos hasta la más interiores con 1 hora y 18 minutos. Además, 12 maratones con sus 42 kilómetros y 195 metros, con su mejor marca y en un segundo puesto de la general, marcando un tiempo de 21 horas y 38 minutos en total. Se le nombró mejor deportista medinense en 1996; destacar siempre su humildad, tesón y nobleza. Las primeras carreras que se hicieron en Medina venían de corredores de alto nivel y se hicieron marcas tanto generales como locales muy buenas. Y en estas marcas entran sus creadores y, por supuesto, otros tantos, como los hermanos Pastor, Mauro, Cendón; en mujeres destacaba Henar Ulloa, era muy buena. Carlos, digno de admiración, en muchos sentidos, pero quería resaltar su dedicación a este deporte como aficionado. Siempre será un gran campeón. Quiero pedir disculpas a los deportistas que aquí no nombro, pues son muchos y él tiene muy gratos recuerdos de todos con los que ha compartido y competido. Por nombrar alguno: José ‘El Vasc’, Víctor Balsa, Mateo, Manolo Seisdedos, José Ignacio Espeso, Basilio, Ángel, etc. etc…
Si fuera él quien escribiera, seguro que nombraba a todos. Sólo espero que esta carta sea de su agrado. Por mi parte, yo me he llevado lo mejor de su vida, el haber compartido mi vida con él y seguir compartiéndola hasta nuestro final. De todo y con todo el corazón. Siempre tuya.
Isabel.
