BEGOÑA FERNÁNDEZ SECO
Si alguna vez has sentido un miedo irracional, de repente, que no te ha permitido avanzar o no hacer aquello que tenías en mente o no preguntar algo a alguien porque, sencillamente, te has quedado paralizado y has comenzado a pensar las variables que podrían salir mal, puede que tengas un trastorno que se llama “miedo al fracaso”.
¿Qué es el fracaso para ti?
Mucha gente definiría el fracaso como la incapacidad para conseguir lo que uno se propone o quedarse en el camino hacia el objetivo.
En este sentido, estas son las 3 creencias que tienen las personas con miedo al fracaso:
- La idea de que si no conseguimos nuestros objetivos es porque no somos buenos o somos incapaces. Esta es la peor interpretación que alguien puede hacer cuando algo le sale mal, porque seguramente dejará de intentarlo.
- La idea del “para siempre”. Esta creencia se basa en la idea de que, si algo te salió mal una vez, siempre saldrá igual en futuras ocasiones, de manera que el resultado es la renuncia a intentarlo otra vez, porque lo más probable es que vuelva a fallar o fracasar.
- La idea de que las cosas tienen que salir bien a la primera. Por ejemplo, cuando alguien abre un negocio y se ve obligado a cerrarlo, porque tiene más pérdidas que beneficios, y como consecuencia cree que, como la primera vez que lo intentó, le salió mal, ya no vale para los negocios. Esta tercera creencia se puede relacionar con las 2 anteriores: para qué intentarlo de nuevo si la primera vez salió mal, además, si algo te salió mal una vez te volverá a pasar y, además, el hecho de que saliera mal es por incapacidad.
¿Qué podemos hacer para salir de este bucle?
Para conseguir salir de este bucle, es importante recordar los aspectos que sí han salido bien. Y, por otro lado, tener en cuenta que el fracaso no pronostica situaciones futuras. Un fracaso es solamente un resultado negativo, así como un éxito es un resultado positivo. De esta manera, un fracaso no habla de la incapacidad de alguien en una materia. Simplemente hay que seguir intentándolo para conseguir que el fracaso se convierta en éxito.
¿Cómo lo seguimos intentando con el sentimiento de frustración que nos deja el fracaso?
Aunque el fracaso deje un sentimiento de frustración, podemos seguir una serie de recomendaciones, como las siguientes:
- Siempre tenemos que aprender de nuestros fracasos, de todas aquellas cosas que hicimos o salieron mal. En este sentido, debemos tener en cuenta que, aunque algo haya salido mal, no siempre se debe al hecho de haber tomado una decisión incorrecta.
- No poner nuestro valor personal en función de unos resultados. Nuestro valor está en ser nosotros, seres únicos e irrepetibles. Nuestros resultados varían de forma continua, pero el ser que hay en nosotros permanece.
- Debemos centrar nuestra atención en el objetivo en lugar de mirar solamente los fallos y dificultades. Es importante que seamos capaces de plantear soluciones ante los diferentes problemas que nos aparecen en la vida.
