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martes, abril 23, 2024

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La salud en las viviendas. Ventilación y calefacción

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Colaboración

Muchos de nosotros, usuarios de nuestras viviendas, nos hacemos habitualmente preguntas sobre el funcionamiento de las instalaciones, mas allá de los sistemas constructivos que conforman nuestros hogares.

Hasta no hace mucho algunos se preocupaban del aislamiento de los paramentos, otros del confort interior y así, poco a poco, hemos ido aumentando las exigencias sobre las viviendas, basadas fundamentalmente en una cuestión puramente de confortabilidad. Desde no hace mucho la sensibilidad por el medio natural ha conseguido gestionar los residuos de construcción, la sostenibilidad de los materiales de construcción y el respeto por los consumos energéticos de nuestras viviendas, la reutilización, la valorización y el reciclaje de los materiales y objetos.

Hoy en día hemos conseguido una calidad altísima basada en una exigencia que la sociedad demanda, pero nuevas preguntas afloran tales como: ¿Afecta el estado de las viviendas a nuestra salud?, ¿Cuáles son los aspectos más relevantes para tener una vivienda saludable?, ¿La Pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de ventilar más y mejor nuestras viviendas?, ¿Los consumos energéticos determinan el confort de las viviendas?, ¿A qué precio?, ¿Cuáles son las partes que definen una instalación de calefacción y sobre cuál de ellos deberemos fijarnos para un mayor confort?, ¿Qué sistemas de producción son más eficientes?, ¿Necesitamos tanto confort en nuestras viviendas? ¿A costa de qué?

Pues bien, no debemos confundir una vivienda confortable con una vivienda saludable. La vivienda saludable no agrede a sus habitantes. La temperatura, el ruido, la luz, el agua, el aire, la orientación o la ventilación son aspectos para tener presente en una vivienda saludable. Los nuevos estándares determinan nuevas exigencias en materia de aislamiento térmico, de bajada de la demanda, de los consumos energéticos y de unas instalaciones sumamente eficientes. Eso supone asumir un mayor coste de construcción con instalaciones sumamente eficientes en los sistemas de producción, en la distribución y en la emisión de frío o calor. La aerotermia, al ser considerada una producción eficiente, ha supuesto una gran demanda en el uso de la misma; la biomasa, la geotermia o solar se están conformando un segundo lugar.

La calidad se paga, el confort se paga y la salud se paga, pero también se amortiza. Una inversión inicial supone unos ahorros importantes a medio y largo plazo. Los sistemas de diseño pasivos ofrecen una alternativa al desembolso inicial basado en sistemas e instalaciones costosas. Un buen diseño combinado con sistemas constructivos acordes a la ubicación y emplazamiento puede suponer ahorros de hasta un 30% en los consumos energéticos de la vivienda.

Jerónimo Alonso

2 COMENTARIOS

  1. cuando vais a adsorber a Carbajosa de la calle Colón para que deje de utilizar la via publica con consentimiento del ayuntamiento, a ver si se va ya de una vez al poligono que es donde esta toda su competencia.

Los comentarios están cerrados.

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