Redacción.-
La publicación germana referente en el sector vinícola, Meininger Weinwirtschaft, destaca la “notable calidad” del Gran Vino de Rueda después de realizar una cata de esta nueva categoría de vino de la D.O. Rueda
Una edad mínima de las vides de 30 años y rendimientos estrictamente inferiores a 6.500 kilogramos. Son los requisitos que debe cumplir el Gran Vino de Rueda (GVR) para merecer llevar esta contraetiqueta. El resultado son elaboraciones enfocadas a la alta gastronomía que aportan un valor añadido al consumidor, algo que no ha pasado desapercibido para los paladares especializados en vino en Alemania. De hecho, la prestigiosa revista Meininger Weinwirtschaft, líder en los medios especializados del sector vinícola en el país, ha publicado en su número de marzo de 2022 un artículo donde destaca la “notable calidad” del Gran Vino de Rueda.
Después de que un comité de expertos de la publicación alemana catara elaboraciones de 11 de las 16 bodegas inscritas en la D.O. Rueda que han sacado a la venta Gran Vino de Rueda desde 2020 (año de lanzamiento de esta categoría de vino), las puntuaciones publicadas por Meininger Weinwirtschaft colocan a 6 de estos vinos en la horquilla de 90 a 92 puntos. Con la máxima puntuación (92) están los GVR de De Alberto 80 Aniversario Edición Limitada, de Bodegas Hijos de Alberto, Martinsancho Verdejo, de Bodegas Martinsancho y 12 Linajes Verdejo, de Bodegas Garcigrande. Una calificación de 91 ha obtenido el Harenna Edición Limitada, de Bodegas y Viñedos Garciarévalo; y con 90 puntos encontramos a Cuatro Rayas Longverdejo Viñedos Centenarios, de Bodegas Cuatro Rayas y Quietus Verdejo, de Bodegas Félix Lorenzo Cachazo.
La importancia de las viñas viejas
Dentro del artículo publicado, Meininger Weinwirtschaft destaca que, gracias a la elaboración del Gran Vino de Rueda, la D.O. Rueda contribuye a “la supervivencia de viñas viejas con sus genotipos y clones originales”, recoge el medio alemán. Además, justifica la excepcionalidad de los Gran Vino de Rueda basándose en que “pueden contribuir a la restauración del patrimonio histórico de la región vitivinícola y también, gracias a una serie de excepcionales vinos de terruño, hacer feliz al creciente círculo de aficionados a los vinos blancos españoles de alta calidad”.