Redacción.-
El cúmulo desafortunado de sucesos que vive la Villa está creando un estado de alerta y preocupación en la población, robos de coches, camiones, naves, restaurantes y viviendas, a lo que tenemos que sumar el de jóvenes portando navajas, (algo que creíamos olvidado en los años 80), enfrentamientos con la Guardia Civil en botellones, y la gran pregunta es, ¿Qué está pasando?
Poco tenemos que recriminar a los Cuerpos y Seguridad del Estado, dado que gran parte de los autores de los últimos robos han sido detenidos. El acusar a los inmigrantes es una manera rápida de dar una explicación a lo que está sucediendo pero no es tan sencillo. Es cierto que algunos de los detenidos lo son, pero también es cierto que los autores del sonado robo de la Mota son dos vecinos de Medina del Campo, entonces ¿Cuál es la explicación?
Hace pocas fechas publicaba una noticia de una persona que había pegado una paliza a un joven para robarle un móvil, el sujeto tenía 36 antecedentes penales por delitos similares. Falsificar una transferencia conlleva hasta 4 años de prisión, y encuentras a personas que lo hacen a diario como si de fumar un cigarro se tratara. Un robo con violencia tiene penas de hasta 5 años de prisión y lo realizan cada semana. Agredir a un agente de la autoridad está penado con cárcel de 1 a 4 años y lo consideran como «normal» cuando los policías van a disolver un botellón. De esta forma podría seguir enumerando multitud de casos tipificados como delitos por el Código Penal.
En los años 80 se inculcó la idea de “vive el presente” y eso sumado a la droga acabó con una generación entera de jóvenes. En el siglo XXI se está forjando el “no pasa nada” y sumado a que «La Justicia que es lenta no es justicia” con el añadido a la falta de “respeto por los demás” nos lleva a una situación donde los okupas tienen más derechos que los propietarios, los delincuentes suman un sin número de causas penales sin entrar en prisión. Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado están hartos de detener por un ilícito y al otro día quedan libres y con la lupa puesta de ver como se ha realizado la detención para que no se vulnere los derechos del infractor. Saltarse la ley en este país es muy barato, de hecho esta realidad produce un efecto llamada para todo aquel “amigo de lo ajeno” que no tenga el trabajo como su primer objetivo.
No hay que olvidarse de la persona de 77 años que disparó con una escopeta a un atracador de 35 años, reincidente, se encuentra en prisión, y según la jueza debería haber hablado con el atracador:
Dueño- Perdone un momento señor atracador, yo tengo una escopeta me podría decir con que arma me está intentando robar.
Atracador- Buenas noches yo llevo una navaja por si usted se despertaba.
Dueño- Le importaría medir el filo, para poder acercarme a la cocina y sacar un arma similar.
Atracador- 13 centímetros, por favor mida bien el arma que escoge no siendo que coja un cuchillo jamonero y tenga usted un problema.
Dueño- Tengo un cuchillo de cortar filetes, creo que este me valdrá
Esto se nos va de las manos y hasta que las personas honradas no tengan más derechos que los delincuentes la situación no tiene pinta de mejorar.
Javier Cuevas.
Las leyes las hacen los gobiernos , los jueces las interpretan a su manera . Por eso estamos como estamos.
pues precisamente el código penal decimononico que tenemos está má preparado para arestar a «robagallinas» que ha corruptores y defraudadores de cuello blanco.
pues nuestro decimononico código penal está más pensado para robagallinas que para corruptores y delincuentes de cuello blanco.
Ahí tienes lasa carceles, atestadas de gente y encima con indigentes intelectuales y morales diciendo que en las carceles vivien mejor que en sus casas, pidiendo que las condiciones sean peore, que las penas sean más duras, que se supriman los programas de rehabilitación, y que vuelva la pena de muerte.
– ¿Acaso no es la policía una fuerza de protección que mantiene el statu quo de una élite adinerada?
– Mira Lisa, es el perro detective.