Redacción.-
La vicepresidenta del Gobierno, ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo, ha visitado el Museo Nacional de Escultura de Valladolid, junto al delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo, el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Emilio Álvarez y la directora del Museo, María Bolaños.
Carmen Calvo ha pedido hacer «una combinación inteligente y prudente» en la lucha contra la pandemia, pero recordando que «la cultura es segura cuando se cumple con todos los requisitos».
Una visita que coincide con el Día Mundial del Arte y por ello, la vicepresidenta ha querido lanzar un mensaje, porque «la cultura es el espacio libre y creativo de cualquier sociedad y lo que nos ayuda a preservar el pasado, pero también a arriesgarnos al futuro».
A continuación, la vicepresidenta Calvo ha visitado el Museo Patio Herreriano de Arte Contemporáneo Españañol de Valladolid, donde ha podido ver la exposición de la creadora valenciana Soledad Sevilla.
Estos actos forman parte de la agenda oficial de la vicepresidenta hoy en Valladolid, «una tierra, Castilla y León que ha sufrido mucho con la pandemia», a la que el Gobierno «ha ayudado y protegido de la mejor manera posible», ha dicho. Es una tierra, sostiene, que «nos preocupa por razones demográficas» y por ello «estamos volcados en resolver los problemas de la despoblación y de la dependencia».
En este contexto ha recordado que la semana pasada el Consejo de Ministros aprobó el reparto de los fondos para la dependencia, de los que, a Castilla y León, «merecidamente», «han llegado 30 millones de euros», lo que supone «un dato récord desde todo punto de vista». «Hemos movilizado», ha añadido, «casi un millón de dosis» de vacunas «para esta tierra», a lo que se suman «casi 900 millones de euros para proteger en sanidad y educaciónón con todos los problemas que la pandemia ha traído a Castilla y León».
Pretende el Gobierno así, concluye, ayudar «a cada territorio con sus características y problemas» y en Castilla y León aborda, fundamentalmente, «todo lo relativo a los desequilibrios entre el mundo rural y sus núcleos urbanos», pero también «a los problemas de envejecimiento».
