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viernes, abril 19, 2024

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El ocho de marzo.

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Estos días el mundo femenino anda algo cabreado y revuelto por las trabas que las han puesto en algunas autonomías para manifestarse el pasado día ocho y hacer valer sus derechos debido a la pandemia que padecemos y sacan a relucir que para otras manifestaciones y eventos (como el partido en el Wanda Metropolitano de Madrid) no han tenido tantos miramientos y aunque no estaban autorizadas las han consentido y el peligro de contagio era mayor porque no cumplían ninguna recomendación por lo que al Delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, que cumplía con las recomendaciones sanitarias dictadas por el Gobierno para no autorizarlas, le han llamado de todo menos guapo.

El concepto que algunas mujeres tienen de lo que es y debe ser el feminismo a juzgar por algunas pancartas, no las deja en buen lugar y harían que a las que en Españaña hace más de un siglo empezaron todo esto se les cayera la cara de vergüenza. Me viene a la memoria lo que  lucharon aquellas mujeres en la segunda mitad del 19, como Concepción Arenal, (para muchos la madre del feminismo en Españaña)  que se vistió de hombre para asistir a las clases de derecho en la universidad reivindicando el acceso de la mujer a la educaciónón superior, sólo reservada para hombres, o las primeras  mujeres licenciadas en derecho y diputadas en el Parlamento Españañol como Victoria Kent o Clara Campoamor que tuvieron sus más y sus menos con el derecho al voto de la mujer, algo que no se consiguió hasta el 1931 y el derecho al divorcio, uno de sus mayores  logros fue la derogación del articulo 438 del Código Penal que permitía al marido matar a su esposa en caso de adulterio.

Y que decir de Dª Emilia Pardo Bazán, la primera catedrática en Españaña, novelista, periodista y traductora, a la que sus colegas negaron el acceso a la Real Academia Españañola en varias ocasiones, o de Federica Montsney, la primero mujer titular de un ministerio en toda Europa y tantas otras que con su esfuerzo, lucha y constancia han logrado imponer la sensatez y conseguir la igualdad y que  no puedo nombrar en este articulo por falta de espacio, pero no fue hasta la llegada de la Constitución del 78 donde en su articulo 14 se las garantizan los derechos que se las había negado hasta entonces, como el derecho al aborto, el divorcio, etc., los mismos deberes y obligaciones que a los hombres, en definitiva  la igualdad de genero, pero que estén recogidos en la Constitución esos derechos no quiere decir que en la practica se cumplan, por desgracia se siguen dando casos de discriminación que no se pueden consentir ni tolerar, pero para eso están los tribunales y en cuanto al termino de violencia de genero no puedo estar de acuerdo porque la violencia no tiene genero y se da en todas las clases, no se pueden hacer leyes que discriminen a los hombres porque van en contra de la Constitución, es verdad que las mujeres son las que al finan terminan muriendo, la justicia tiene que aplicar todo el peso de la ley, incluso con la prisión permanente revisable cuando sea necesario, porque da la impresión de que el maltrato, las violaciones y los asesinatos están poco castigados. Tengo que aclarar que estas mujeres reivindicaban sus derechos, sin buscar la confrontación y el enfrentamiento con los hombres como hemos visto en algunas pancartas, porque  son sus padres, hermanos, hijos y maridos y Al final les han parido ellas, se pueden pedir y exigir todos los derechos sin faltar a nadie.

Mi total apoyo a las mujeres, comparto sus quejas y reivindicaciones la mayoría de las veces razonables y que con la ley en la mano no se las pueden negar.

Balbino Nieto Martín.

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