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viernes, abril 26, 2024

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La vacuna: mucho ruido y pocas nueces

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EDITORIAL

Cuando llegaba el mes de junio y había que apencar para aprobar los exámenes y pasar unas buenas vacaciones, prometía a la abuela que iba a estudiar de lo lindo. Siempre me decía:?“Mucho ruido y pocas nueces”. Una tónica que se apremiaba habitual cada año, como lo eran el par de asignaturas que quedaban pendientes.

Si bien es cierto que, cuando las asignaturas pendientes se basan en la salud de la ciudadanía, la tónica del “mucho ruido y pocas nueces” debería desecharse.
El Gobierno de Españaña presentó a bombo y platillo, y a base de enormes y amarillentas pegatinas, la esperada vacuna contra la COVID19.

Poco duró la ‘fiesta’. En la segunda semana de enero media Españaña estaba confinada por una razón que muchos también achacan al propio Ejecutivo:?no haber tomado decisiones más estrictas durante la Navidad. A ello se le sumó un escenario algo irregular en las residencias de ancianos, donde de pronto se llenaron de concejales, alcaldes e incluso eclesiásticos. Sánchez empezó a sudar.

Ahora bien, Europa tampoco se queda atrás. Atribuir a esta Administración todas nuestras ilusiones -e importantes gestiones y negociaciones- ha sido un auténtico ‘chasco’ (de momento). Vemos con envidia sana -nunca mejor dicho- cómo Israel ha ganado la partida del ritmo de vacunación a Occidente. En este momento, se encuentra a casi al 60% (y eso que cuando llegó la vacuna no había ni una sola pegatina).

Por su parte, Emiratos Árabes Unidos ha vacunado a casi el 35% de sus habitantes, mientras que Reino Unido ha sobrepasado el 15%. Los siguientes en la lista con mayores porcentajes de vacunación son Bahréin y EE.UU. No hace falta ser un lince para seguir el rastro de las migas de oro, y comprobar cómo estas regiones forman parte de las más ricas del mundo. De hecho, Israel ha pagado uno de los precios más altos del mercado para inmunizar a su población.

Lo cierto es que Europa, en vez de apretarse las alforjas, ha dejado de lado su talante de acero y ha tolerado que la ‘buena fe’ de las farmacéuticas sea la que lidere el proceso de negociación. Tal es así que ni siquiera existen cláusulas que castiguen el incumplimiento de los plazos de entrega de estas importantes vacunas contra la COVID19. A este paso, y si se sigue este ritmo, será complicado llegar al 24% de vacunación a finales de año.

La única esperanza es que Europa empiece a ‘estudiar’ de verdad, y más todavía Españaña. Que se dejen de aquello de “mucho ruido y pocas nueces”?y apliquen para salvaguardar la asignatura más importante de cualquier Gobierno:?la salud de sus ciudadanos.

La Voz de Medina y Comarca

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