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viernes, abril 26, 2024

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ASAJA critica la proliferación de parques solares

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Redacción.-

Cientos de hectáreas se cubren con espejos para abastecer la demanda energética
urbana, expulsando a ganaderos y agricultores y los usos tradicionales

ASAJA ha expresado su preocupación por la gran cantidad de proyectos de
macroparques de energía fotovoltaica que se están extendiendo como una enorme
mancha de aceite por diferentes territorios de Castilla y León. Cuando hablamos de
macroparques hablamos de cientos de hectáreas, que se están fijando casi en su totalidad
en terrenos dedicados tradicionalmente a cultivos o a aprovechamiento para pastos
ganaderos, usos que ahora están amenazados y desplazados por el avance silencioso de
un mar de espejos.
Primera consecuencia de esta invasión de macroparques solares es que en la práctica se
se está expulsando del territorio rural a los agricultores y ganaderos, a los que se les
corta el acceso a la base principal de sus explotaciones, las tierras. Se rompe la cadena
de siglos de aprovechamientos tradicionales que han mantenido y cuidado el medio
ambiente, además de contribuir a fijar población rural.
Además, estos proyectos tienen un tremendo impacto ambiental que deteriora la calidad
de vida tanto de los vecinos de los propios pueblos, como de los posibles demandantes
del turismo rural y de interior que las administraciones dicen promover, y que busca la
tranquilidad de la naturaleza, no la visión de cientos de hectáreas de placas solares.
Además, a las hectáreas ocupadas por las placas, hay que sumar el despliegue de redes
kilométricas, previa expropiación forzada de tierras, que precisarán las plantas para
evacuar la electricidad hasta las ciudades, principales demandantes del recurso. Redes
que, al igual que los propios parques, suponen un enorme impacto ambiental para la
flora y fauna de las zonas que atraviesan.
ASAJA lamenta que se desprecien los empleos que estas iniciativas hacen tambalear,
vinculados a la agricultura y la ganadería, y al turismo de interior, en aras a otros
trabajos muy puntuales y que casi nunca llegan a la población local, que son los que
ofrece este tipo de proyectos energéticos.
Tampoco se sustenta que se someta al territorio a una “burda subasta, de la misma
forma que no se puede ofrecer un país a quien más puje por él”, critica ASAJA, que
considera que los responsables políticos no pueden pasar por alto lo que está
ocurriendo, máxime cuando la mayor parte de las beneficiadas por las compensaciones
están siendo entidades públicas, cuyas decisiones tienen que someterse al consenso y la
protección de los intereses de todos los administrados.

La posición de ASAJA es clara. “Con carácter general, nos oponemos a estos
macroparques fotovoltaicos, que suponen la expulsión del sector primario de los
territorios en los que eligen implantarse, y pedimos a la administración que aplique la
normativa con rigor y no haga manga ancha para dar paso a expedientes de cambio de
uso o para eludir problemas de impacto ambiental”. En este sentido, ASAJA recuerda
que un caso específico es el de los montes de utilidad pública, espacios con una
protección especial por cuyos usos y gestión tiene velar la Junta de Castilla y León.
ASAJA pide a los partidos políticos que “den la cara y muestren de qué lado están, si de
los habitantes de los pueblos o de otros intereses. No puede ser que, por apuntarse a la
moda de las energías limpias, se pase por alto esta salvaje ocupación del espacio”.
Finalmente, ASAJA denuncia que de nuevo es el medio rural el sacrificado para
abastecer de recursos, electricidad en este caso, a las grandes ciudades. “Por lo visto no
se considera cubrir tejados de ciudades y polígonos industriales con placas solares, pero
tenemos que creernos que inundar miles de hectáreas con espejos es progreso”, critica la
OPA.

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