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jueves, abril 25, 2024

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El día en que las llamas devoraron Medina del Campo

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P. De la Fuente-. Corr?a el año 1520 y en un caluroso abril, Carlos I se izaba con los poderes sociopol?ticos adecuados para coronarse emperador del Sacro Impero Romano Germúnico en las cortes de La Coru?a. Esta situación incit? al malestar de muchos castellanos, especialmente en el ?rea de Segovia, donde uno de los procuradores que había votado a favor del Rey, Rodrigo de Tordesillas, acab? pagando el voto con su vida. Fue entonces cuando el alcalde, Rodrigo Ronquillo, dio comienzo a las represalias. Entre las voces discordantes segovianas se encontraba las del comunero Juan Bravo.

En este contexto beligerante, Segovia se ve?a asediada de forma inminente. Fue as? como la propia ciudad pidi? un grito de ayuda al resto de zonas ?rebeldes?, participando activamente en la misiva Madrid y Toledo. Y es aqu? cuando entra en juego la Villa de las Ferias. En las imponentes puertas de entrada a Medina del Campo, los vecinos se amotinaron como respuesta negativa a las intenciones de Ronquillo, de llevarse distintas piezas claves de artiller?a con las que atacar la ciudad de Segovia. A pesar de que el corregidor estaba dispuesto a ceder estos elementos claves, fue el pueblo el que se neg? al completo.

Las horas iban pasando y las negociaciones fueron quedando en saco roto. Incluso se lleg? al intento de acuerdo de ceder únicamente la mitad del almacenaje artillero que ten?a Medina del Campo. Fue as? como el capit?n general del reino, Antonio de Fonseca, dio orden de quemas distintas zonas del municipio, con el objetivo de disgregar a la ciudadan?a. No en vano, los medinenses permanecieron inmóviles en pro de salvaguardar su armamento.

De este modo, las llamas arrasaron con una gran parte de la villa, como el casco hist?rico, o la p?rdida del convento de San Francisco, donde el gremio de los comerciantes guardaba posesiones: ?Abras? como un rayo sus casas y haciendas, y mucho más los corazones y voluntades para dar como desesperados en mil absurdos. Por vengar ya sus pasiones, el com?n todo de este lugar se puso en armas; escrib?an l?stimas a todo el reino, deseaban la venganza, y el que más se se?alaba era más estimado? dicta la «Historia de la vida y hechos del Emperador Carlos V», de Prudencio Sandoval. Obra que se puede consultar en la biblioteca virtual de Miguel de Cervantes.

Todo ello no qued? aqu?, puesto que un día más tarde, el 22 de agosto, fue el propio pueblo de Medina el que dio muerte en plena calle al regidor de la villa y partidario de Carlos I, Gil Nieto. Este hecho marc? la Guerra de las Comunidades, con el alzamiento incluso de Valladolid: ?Pero caus? tanto esc?ndalo en Castilla la quema de Medina del Campo, que se aviv? y encendi? más el fuego que en las comunidades había, y encon? las voluntades de manera que se levantaron otros muchos lugares donde no había a?n llegado esta plaga. El mismo día que sucedi? el incendio de Medina, escribieron, como queda visto, a Valladolid, a las cinco de la tarde. Y con tanta furia como el alquitr?n abras? las casas de Medina, se encendieron los corazones de Valladolid con la carta y nueva dolorosa que recibieron? redacta Sandoval.

Más información en la edición impresa de La Voz de Medina y Comarca.

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