Redacción.-
El conjunto de la Comunidad soport? una contaminaci?n que da?a los bosques y cultivos, según un informe de Ecologistas en Acci?n.?
Los 2,4 millones de habitantes de Castilla y León siguieron respirando aire contaminado durante 2019. El informe anual de calidad del aire de Ecologistas en Acci?n concluye que la totalidad de la población y del territorio de Castilla y León estuvieron expuestos a unos niveles de contaminaci?n que superan las recomendaciones de la Organizaci?n Mundial de la Salud.
En un año c?lido y hasta el oto?o seco, diversos episodios meteorol?gicos en febrero, junio y julio dispararon las part?culas y el ozono.
El informe elaborado por Ecologistas en Acci?n analiza los datos recogidos en 805 estaciones oficiales de medición instaladas en todo el Estado español, entre ellas 50 situadas en Castilla y León.
En lo que respecta a Castilla y León, entre sus principales conclusiones, destacan:
? Durante 2019, se ha producido una reducci?n general de los niveles de contaminaci?n de part?culas en suspensi?n (PM10 y PM2,5), di?xido de nitr?geno (NO2) y di?xido de azufre (SO2), mientras las concentraciones de ozono troposf?rico se han mantenido estacionarias. La contaminaci?n generada desde las principales ciudades, las autovías y autopistas y las centrales t?rmicas de León y Palencia se extiende por el territorio afectando a zonas más alejadas y rurales en la forma de ozono troposf?rico.
? El informe de Ecologistas en Acci?n toma como referencia los valores m?ximos de contaminaci?n recomendados por la Organizaci?n Mundial de la Salud (OMS) y el objetivo a largo plazo para proteger la vegetaci?n establecido por la Uni?n Europea. De acuerdo a esos niveles, el aire contaminado afect? en 2019 a la totalidad de la población y del territorio de Castilla y León.
? Si se toman los estándares de la normativa, más laxos que las recomendaciones de la OMS, la población que respir? aire contaminado por encima de los l?mites legales fue de 240.000 habitantes en la Monta?a Sur de Castilla y León. Y la superficie expuesta a niveles de contaminaci?n que exceden de los legalmente permitidos para proteger los cultivos agr?colas y los ecosistemas naturales alcanz? 19.000 km2, la quinta parte del territorio castellano y leon?s, en la zona Sur y Este de la Comunidad.
? Las bajas precipitaciones y la estabilidad atmosf?rica de los primeros meses del año han activado los episodios de contaminaci?n. El oto?o en cambio ha resultado inestable y h?medo, con predominio de tipos de tiempo ciclúnicos que han favorecido la dispersi?n y deposici?n de los contaminantes t?picamente invernales (NO2 y part?culas). El intenso y prolongado calor estival ha mantenido elevadas las concentraciones de ozono troposf?rico, que han bajado no obstante en la parte más occidental.
? El ozono es el contaminante que present? un año más una mayor extensi?n y afecci?n a la población, con unos niveles que se mantienen estacionarios, con alzas y bajas según territorios. Esto se debe al incremento de las temperaturas medias y de las situaciones meteorol?gicas extremas (olas de calor) durante el verano, como resultado del cambio clim?tico. Durante 2019, toda la población y el territorio castellanos y leoneses han seguido expuestos a concentraciones de ozono peligrosas para la salud humana y vegetal, en parte procedente de Madrid y Portugal.
? Las part?culas (PM10 y PM2,5) y el di?xido de azufre (SO2) en el aire tambi?n afectaron a una cuarta parte de la población de Castilla y León, repartida entre las aglomeraciones de León y Valladolid y el entorno de las centrales t?rmicas del norte de León y Palencia, aunque dentro de los l?mites legales. Siguen, por tanto, siendo una seria amenaza para la salud, a pesar de que el año pasado se mantuvo la tendencia global a la baja de estos contaminantes? que se inici? en 2008, con la crisis econ?mica.
? La contaminaci?n del aire deber?a abordarse como un problema de primer orden. Cada año se registran alrededor de 30.000 muertes prematuras en el Estado español por afecciones derivadas de la contaminaci?n atmosf?rica, según la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). Para el Instituto de Salud Carlos III, 10.000 personas fallecen anualmente en episodios de alta contaminaci?n como los registrados a finales de febrero y junio y a mediados de julio de 2019, 900 de ellas en Castilla y León.
? La información a la ciudadan?a no es ni adecuada ni ajustada a la gravedad del problema. El Eurobar?metro sobre la calidad del aire de septiembre de 2019 revela que el 60 % de los españoles encuestados se consideran mal informados, y el 74 % piensa que la calidad del aire se ha deteriorado en la Última d?cada. Seg?n otra reciente encuesta de Transport & Enviroment, el 82 % de españoles encuestados apoyar?a la restricci?n de entrada de coches en las ciudades o un reparto del espacio público más favorable a viandantes, ciclistas y transporte público.
? Los costes sanitarios derivados de la contaminaci?n atmosf?rica representan al menos 50.000 millones de d?lares al año, un 3,5 % del PIB español, según el Banco Mundial, sin considerar el coste de los daños provocados sobre los cultivos y los ecosistemas naturales.
? Los Planes de Mejora de la Calidad del Aire para reducir la contaminaci?n son obligatorios según la legislaci?n vigente. Pero, en el caso del ozono, la Junta de Castilla y León lleva años omitiendo la elaboraci?n y aplicaci?n de dichos planes, en las zonas Salamanca, Valladolid, Duero Norte, Duero Sur, Monta?a Sur, Valle del Ti?tar y Alberche y Sur y Este de Castilla y León, donde resultan preceptivos. Se trata de una negligencia que está poniendo en peligro la salud de 1,7 millones de? castellanos y leoneses y de una quinta parte de los cultivos y bosques de la regi?n.
? La única forma de mejorar la calidad del aire en las ciudades es disminuir el tráfico motorizado, potenciando el transporte público, la bicicleta y el tr?nsito peatonal. Tambi?n es necesario promover el ahorro energ?tico, adoptar las mejores t?cnicas industriales disponibles, cerrar las centrales t?rmicas de carb?n (Compostilla, La Robla y Velilla), penalizar los vehículos di?sel y reducir el transporte mar?timo y el uso del avi?n.
? La reciente crisis sanitaria de la covid?19 ha corroborado de manera dram?tica que la reducci?n del tráfico en las ciudades tiene claros efectos en la disminuci?n de la contaminaci?n, algo que a su vez supone una importante mejora de la salud pública. Ecologistas en Acci?n está desarrollando una campa?a bajo el lema ?Confinemos los coches, recuperemos nuestro espacio? para reclamar a las Administraciones medidas en este sentido.
