Editorial

Fin de ETA

Finalmente y tras años sin actividad asesina y de extorsi?n, la banda terrorista ETA, tras emitir varios comunicados, escenific? ayer en la localidad francesa de Cambo su disoluci?n definitiva en el transcurso de un acto de aparato, al que curiosamente concurrieron, aunque parezca surrealista, representantes de segunda fila de partidos democr?ticos entre los que figuraron el PNV y ?Podemos?, as? como otros cuya presencia a nadie pueden sorprender como Bildu, con Arnaldo Otegi a la cabeza.
Llega pues el momento de analizar las razones que han llevado a dicha banda a su disoluci?n definitiva y a recordar el dolor, la desgracia y a las víctimas que dej? en el camino de su dilatada trayectoria de 60 años.
Nacida bajo la dictadura franquista y mu?ida por jóvenes expulsados del PNV, en sus or?genes con fines separatistas, no tard? en decantarse por el terror para, de forma r?pida, convertirse en una banda asesina que encontr?, al igual que la Mafia, su financiaci?n en la extorsi?n a los empresarios y en los rescates de los secuestros que realiz?.
Tras años de lucha, la totalidad de los Gobiernos de la Españaña democr?tica negociaron con la banda su alejamiento de la violencia. Adolfo Su?rez, Felipe Gonz?lez y José María Aznar lo intentaron sin ?xito, consiguiendo una gran tregua, con m?todos coercitivos, que llev? a su casi extinción el Gobierno presidido por José Luis Rodr?guez Zapatero, informando puntualmente de los pasos dados al entonces jefe de la oposici?n y hoy presidente Mariano Rajoy.
La colaboraci?n con el Gobierno franc?s, la lucha incansable de las Fuerzas de Seguridad del Estado y la fuerza de la Democracia generaron, además del aislamiento progresivo de los etarras por parte de la ciudadan?a vasca, las detenciones de los miembros de su c?pula dirigente, el corte en seco de la financiaci?n de la banda y, en definitiva, la tregua alcanzada por el presidente Zapatero, que tuvo como colof?n hace unos días los aberrantes comunicados, por todos criticados a pesar de que no podía esperarse otra cosa de una banda de asesinos; y la guinda final de la escenificaci?n de Cambo, el Último acto propagand?stico de una banda que sin reconocer su derrota estaba ya extinta por inanici?n.
Ahora ya s?lo falta esperar que los ?versos sueltos? que a?n quedan – y es seguro – de la derrotada ETA no se pongan, en sus coletazos estert?reos, al servicio de ese otro terrorismo de corte yihadista que, si hoy es temido, mañana será derrotado por la Democracia al igual que ETA.
La Voz de Medina y Comarca