P. de la Fuente-. La tercera edición de la Feria Multilabores llegará a Medina del Campo este mismo sábado, 18 de mayo. Lo vuelve a hacer de la mano de la Concejalía de Ferias, liderada por Patricia Carreño, y la Asociación de Mujeres en Igualdad, liderada por Celina Matilla. Junto a ella, multitud de socias se han volcado en esta cita, como es el caso de Ana Pérez y Pilar Corona. A lo largo de esta entrevista, relatan el por qué de esta convocatoria.
¿Dónde surge la idea de realizar una Feria Multilabores?
Celina: Fue una idea de estas dos artistas, y falta otra que es nuestra Nieves, que también es de las organizadoras. Fueron ellas quienes pensaron en llevar las multilabores un poquito más allá. Desde entonces hasta ahora, unos tres años, lo han movido mucho y muy bien. Lo único que puedo decir es darle las gracias a este gran grupo de Mujeres en Igualdad, que siempre trabaja altruistamente.
Ana: Tengo que decir que nosotras empezamos yendo a diferentes encuentros, porque se les llama así en otros lugares. Después de verlo, decidimos instaurarlo en Medina del Campo. Anteriormente lo organizaba otro grupo y luego pensamos: «Si Medina del Capmo es la Villa de las Ferias», pongámosle Feria Multilabores a la nuestra. Porque no solamente habrá bolillos, también retacería, ganchillo, punto, encaje de tul o vainicas.
¿Qué disciplina suele preponderar?
Pilar: Muchísima gente, la mayoría, hace bolillos. Entonces van a otros encuentros y el nuestro también está entre sus paradas. Pero eso no significa que haya más labores. Pero sí es cierto que bolillos, lo que más.
¿Cuántas inscritas hay este año?
Ana: El año pasado fuimos unas 370 encajeras, aunque a mí me gusta llamar artesanas a todas las personas que hacen labores. Este año nos dijimos… «es imposible contar con tanta gente», porque hay que darse cuenta que ya no son solamente las personas inscritas, también sus familiares. Por ello, hemos decidido contar con unas 320 personas. Es complicado porque tenemos, por ejemplo, un taller de pintura en tela, y con más gente si no será imposible.
Además de esa pintura en tela, ¿hay alguna otra actividad?
Pilar: No hay ninguna actividad para poder practicar como el taller en tela, pero sí, uno de los grupos que vienen, que son de aquí de Medina, sí que van a trabajar in situ la técnica. Por ejemplo, del origami en patchwork, y lo van a hacer en la propia carpa porque van a llevar sus materiales y sus cosas y eso sí lo van a hacer.
No hemos querido contratar más talleres porque limitas un poco a los puestos de ventas y la gente está entretenida dentro y los puestos de venta vienen a hacer su negocio. Entonces, para no retener tanto a la gente dentro, hay que dar cabida y trabajo a todo el mundo. Al igual que el año pasado, se va a estructurar de tal manera que en el interior veamos todas estas labores y en el exterior se puedan adquirir productos.
¿Cómo definirían este encuentro?
La Feria Multilabores es un encuentro de fraternidad. Ellas vienen aquí y entonces, según van entrando, las vamos saludando y les vamos colocando y es un momento bonito, de fraternidad. Además, hay personas que las ves en otros encuentros, pero hay personas que a lo mejor solo las ves una vez al año porque no coincides con ellos nada más que aquí en Medina.
Entonces, te gusta cambiar impresiones porque ya te conoces, te cuentas de tu vida, qué ha pasado esto, lo otro. Y este año concretamente tenemos un grupo de Lérida de 12 personas, que llamaron hace tiempo y dijeron «resérvanos la plaza». Vienen tres días, hacen una ruta por la zona y al final me llamaron y dijeron que sí que venían. Entonces, también ver otras cosas que hacen en otras comunidades, porque cada comunidad, aunque es todo lo mismo, pero luego los guardados de cada comunidad tienen su historia.
A la feria acuden personas principalmente de Castilla y León, sobre todo Zamora, Valladolid, León y Salamanca. Fíjate, vienen de Ciudad Rodrigo un grupo muy majo también. Otros años han venido de Galicia. También vienen de Alicante o Bilbao.
¿Dónde comenzó su interés por este tipo de labores?
Pilar: Yo me enganché porque veía a Ana que hacía unas cosas muy bonitas. Entonces me di cuenta de lo que me gustaba hacer todo este tipo de labores. Ganchillo, manualidades… me encanta. Le pregunté desde el principio a Ana: «¿Crees que lo haré bien?» y ella, sin dudarlo, me dijo que probara. Que todo era empezar. Y aquí sigo. Me relaja muchísimo.
Ana: En mi caso, mi primera profesora fue Patrito Moreno. Yo tenía muchas ganas de aprender a hacer bolillos y, la verdad, cuando empecé, que fue cuando dejé de trabajar por las tardes, quedé enamorada. A día de hoy sigo yendo una vez al mes a Valladolid para seguir formándome.
De hecho, Ana, también su labor sirve de inspiración, lo ha comentado la propia Pilar…
Soy una persona normal. Tengo mucho carácter, eso sí, pero siempre digo la verdad. Quien me conoce sabe como soy. Muy perfeccionista, me gusta las cosas muy bien hechas pero, al final, no soy más que una persona normal. Así que, lo que me gusta, muestro mucho entusiasmo por ello. Y, como digo siempre, hay que probar a hacer este tipo de labores. Además, que es muy relajante y mantiene la mente muy despejada.
Las personas tenemos muchos problemas en general. Hay quienes van al taller de bolillos que son mayores, otras quizá se han quedado viudas e incluso problemas más duros. Esto te ayuda, en primer lugar, a obligarte a salir de casa. Luego ya, después de estar allí, en el aula, toca reír unos días más, otros menos… pero siempre te evades.
¿Cuántas personas hay aproximadamente en el taller?
Somos unas 20 personas y hacemos tres turnos. Allí nos juntamos y luego vamos a los encuentros. Es una forma también de conocer otros lugares, otras culturas, otra gente. Vas a sitios que quizá no se asista tanto. Estos encuentros permiten también conocer la ciudad y su patrimonio. Hacer incluso visitas guiadas con la gente de la zona. Todo este mundo también es cultura. A lo que me refiero es que este tipo de labores tradicionales también son cultura.
Claro, no es la labor en sí, es todo lo que lleva antes y todo lo que lleva después. Porque esto te obliga a salir fuera, conoces otros lugares, conoces otra cultura, conoces más gente. Entonces, vas a los sitios y normalmente haces visitas guiadas a sus ciudades, a sus pueblos, a sus iglesias, a sus museos. Y bueno, pues eso también es cultura. Porque no se nos olvide que esto es cultura, que estamos un poquito escasos de ello. En ese terreno no me voy a meter porque luego me dicen que me meto en muchos charcos, pero es cultura.
¿Qué mensaje desearían trasladar a los medinenses?
Pues oye, que acudan a ver los trabajos de esta gente, tanto de Medina del Campo como de fuera de nuestra comunidad, y que una vez más, agradezcamos a este grupo de mujeres que organizan todo esto. Yo me imagino que, sobre todo las personas que vienen de Cataluña, tienen que traer unos bordados bastante peculiares porque el resto lo conocemos, pero siempre hay cosas nuevas y ahora hay muchísimos tipos de encaje. No solamente es el encaje tradicional, hay más tipos de encaje. Entonces, merecerá la pena ver los trabajos tan bonitos. Veremos a gente muy mayor, señoras muy mayores que hacen los bolillos maravillosamente e incluso veremos a niños. No sé si vendrá algún señor, pero suele haber caballeros. Entonces, merece la pena verlo.