Pocos cayos en las manos tienen estos. Antes los paletos de los Santos Inocentes, luego los portugueses, después los rumanos, a continuación los africanos,… siempre buscando y aprovechándose de lis desesperados y los más vulnerables. Nada que celebrar.
Pocos cayos en las manos tienen estos.
Antes los paletos de los Santos Inocentes, luego los portugueses, después los rumanos, a continuación los africanos,… siempre buscando y aprovechándose de lis desesperados y los más vulnerables.
Nada que celebrar.