La Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, ha lanzado una nueva orden que busca fortalecer el sistema de acogimiento familiar en la región, ofreciendo mejores condiciones económicas a las familias acogedoras y ampliando los supuestos de ayuda, con especial atención en los jóvenes y niños en situaciones delicadas.
Esta iniciativa responde a la prioridad de la administración autonómica de asegurar que los menores tutelados puedan crecer en un ambiente familiar y cálido, lejos de los centros residenciales siempre que sea posible. La orden, publicada hoy en el Boletín Oficial de la Comunidad, detalla una serie de mejoras significativas en las compensaciones económicas para las familias que deciden abrir sus hogares a estos menores.
Una de las novedades más destacadas es el incremento de las ayudas para acoger a mujeres jóvenes embarazadas y tuteladas, así como sus hijos, y para aquellos adolescentes que se preparan para la transición a la vida adulta. Además, se fomenta la adopción de niños mayores de diez años y de aquellos que requieren cuidados especiales debido a discapacidades, problemas de salud o de conducta.
La orden también contempla el acogimiento especializado dentro de la familia del menor, ofreciendo soporte financiero a aquellos familiares —como abuelos o tíos— que asumen la tutela de estos niños, permitiéndoles mantenerlos en su entorno familiar natural.
Para los padres biológicos, se mejoran las ayudas relacionadas con el alojamiento y la manutención durante las visitas, con el objetivo de facilitar el contacto y fortalecer los vínculos familiares con vistas a una posible reunificación. Estas ayudas ahora se extenderán más allá de la mayoría de edad del menor, reforzando el compromiso a largo plazo con la reunificación familiar.
Finalmente, la nueva legislación incluye por primera vez subvenciones para cubrir los costos de las medidas acordadas bajo la legislación de responsabilidad penal de menores y para estancias temporales, como salidas de fin de semana o vacaciones con otras familias o entidades, lo que no solo proporciona un respiro a los acogedores habituales, sino también enriquece la experiencia de los menores con nuevas interacciones familiares.
Con estas medidas, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de Castilla y León busca no solo mejorar la calidad de vida de los menores tutelados, sino también apoyar a esas familias generosas que juegan un papel crucial en el bienestar de estos jóvenes.
