El Festival de Teatro Infantil, Joven y Clásico ‘El Clasiquillo’ de Olmedo ha culminado su segunda edición con una resonante ovación, consolidándose como un referente en la promoción del teatro clásico y el Siglo de Oro entre el público más joven. Durante cuatro días, del 18 al 21 de abril, el Centro de Artes Escénicas (CAE) San Pedro ha sido el escenario de esta enriquecedora experiencia cultural, que ha registrado más de 300 entradas.
El programa escolar implementado por primera vez este año ha sido todo un acierto, atrayendo la participación activa de estudiantes y docentes. Javier Pérez Lázaro, coordinador y director del proyecto, destacó la importancia de esta edición para comprender las diversas etapas necesarias en la consolidación de un festival. «Nuestro objetivo es que el teatro impacte en todos los niveles: el público, los estudiantes y los profesores. Seguiremos apostando por ello, pues creemos que es fundamental para nuestra comunidad», afirmó Pérez Lázaro.
La planificación para la tercera edición, programada para la primavera de 2025, ya está en marcha. Se están considerando nuevos talleres y la consolidación de actividades esenciales, como ‘Hacia la comedia va’, además de la inclusión de nuevos espectáculos. La organización se mantendrá atenta a las tendencias teatrales para la infancia y la juventud, buscando ofrecer lo mejor en cada edición.
El broche de oro de este festival fue la representación de ‘La vida es juego’, a cargo de Ultramarinos de Lucas en colaboración con la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Esta obra, que mantiene la esencia del Siglo de Oro con una perspectiva contemporánea, cautivó al público con su ingenio y calidad artística.
Además de las representaciones teatrales, el festival ofreció una variedad de talleres que atrajeron la atención tanto de jóvenes como de adultos. Desde el taller ‘Surcando versos’, que exploró el teatro y el verso clásico, hasta el taller de iluminación, que enseñó técnicas sobre el uso de la luz en el escenario, todas las actividades recibieron una gran acogida por parte del público.
El evento concluyó con un coloquio entre artistas y espectadores, como parte de la ‘Escuela de espectadores’, donde se debatieron los distintos aspectos de las obras representadas y se compartieron impresiones y reflexiones.
