La tarde mágica de Nochebuena brilló con luz propia en Nava del Rey, donde Papá Noel deslumbró a grandes y pequeños con un recorrido lleno de encanto que se convertirá en un recuerdo imborrable en la memoria de todos.
Ataviado con su característico traje rojo y blanco, el entrañable personaje irradió alegría durante su trayecto desde y hacia la Plaza España. La comitiva, que inició y concluyó en este punto neurálgico, fue recibida con entusiasmo por sus habitantes, quienes expresaron su alegría con aplausos, risas y gestos de complicidad.
Santa Claus , además de ser testigo de la emoción en los ojos de los niños, compartió momentos de felicidad al repartir caramelos generosamente. La Navidad, más que una simple fecha, se reveló como una época de encuentros, ilusiones compartidas y recuerdos perduran más allá de la temporada festiva.
