Redacción.-
La Alianza UPA-COAG ha emitido una alerta sobre la situación crítica que enfrenta el sector agrario en Castilla y León a pocos días de iniciar los trabajos de preparación de las tierras para la próxima campaña de cereales.
Los agricultores cerealistas de esta comunidad autónoma se encuentran en una situación económica sumamente delicada, marcada por la incertidumbre y las dudas. Después de un año caracterizado por la sequía, bajos precios y costes de producción exorbitantes, la viabilidad de las explotaciones familiares agrarias se ve amenazada de cara a la nueva campaña.
El presidente de la Alianza UPA-COAG destacó que el sector atraviesa un momento especialmente complicado tras una cosecha catastrófica, una sequía extrema y el impacto de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, que ha encarecido los carburantes, la energía y, posiblemente, los abonos a corto plazo. Estos factores han generado una falta de optimismo de cara a los próximos meses.
En breve, los cerealistas de Castilla y León iniciarán las labores de preparación de los campos y la siembra, enfrentando una gran incertidumbre debido a las condiciones climáticas adversas experimentadas en el último año.
A pesar de estas dificultades, la Alianza UPA-COAG resaltó la alta profesionalidad y experiencia del sector. Sin embargo, el endeudamiento de las explotaciones familiares está en aumento, por lo que se hace necesario que las administraciones y entidades financieras colaboren para proporcionar liquidez y ayudar a los agricultores a afrontar los primeros gastos de la campaña.
La Alianza UPA-COAG hizo un llamado a la Junta de Castilla y León, presidida por Fernández Mañueco, para que cumpla su compromiso de apoyar al sector agropecuario en momentos de dificultad, garantizando esfuerzo presupuestario.
En este contexto, se insta al Gobierno autonómico a tomar medidas rápidas ante la compleja situación actual del sector primario, afectado por las altas temperaturas del verano, la sequía, los elevados costos de insumos y los bajos precios de las cosechas. Estos factores están influyendo considerablemente en las labores previas a la inminente siembra y en la estabilidad económica de los agricultores de la región.
