Redacción.-
La nueva Ley de Bienestar Animal, que entrará en vigor previsiblemente el próximo 29 de septiembre de 2023, ha generado una serie de interrogantes entre los ciudadanos españoles. Una de las principales cuestiones que ha suscitado esta legislación es la relacionada con el tratamiento de los animales en el ámbito doméstico, incluyendo las consecuencias legales de acciones como matar una rata en casa.
La normativa, que busca regular el reconocimiento y la protección de los animales de compañía, así como prevenir el abandono, establece una serie de disposiciones que afectan a los propietarios de mascotas y a quienes se enfrenten a plagas en sus viviendas.
Una de las principales novedades de esta ley es la inclusión de los animales de compañía en su ámbito de aplicación. Según la definición dada en el texto legal, un animal de compañía es aquel «animal doméstico o silvestre en cautividad, mantenido por el ser humano, principalmente en el hogar, siempre que se pueda tener en buenas condiciones y que su tenencia no tenga como destino su consumo o el aprovechamiento de sus producciones». Aunque el listado definitivo de especies aún no se ha elaborado, se mencionan específicamente perros, gatos y hurones como ejemplos.
La nueva ley otorga derechos a animales que antes no estaban protegidos, como las ratas, que pasan a tener esta protección debido a su condición de vertebrados. Matar una rata en casa estará penado con prisión de entre 6 y 18 meses, a menos que se trate de una acción en defensa propia, sea producto de un miedo insuperable o se realice de manera profesional, como el control de plagas.
Además, la normativa impone responsabilidades a los dueños de perros, gatos y hurones para evitar su reproducción, ya sea a través de esterilización quirúrgica o mediante medidas preventivas. El incumplimiento de esta disposición puede conllevar multas que oscilan entre 500 y 10.000 euros.
Es importante destacar que la nueva ley no prohíbe a los mendigos tener animales de compañía, una enmienda introducida durante su tramitación en el Senado con el fin de no penalizar a personas en situación de extrema vulnerabilidad que cuidan de sus mascotas.
La ley también establece obligaciones para los propietarios de animales, que deben garantizar condiciones de vida dignas, supervisar a sus mascotas y notificar la desaparición o sustracción de un animal en un plazo máximo de 48 horas. Además, se imponen sanciones económicas para diferentes tipos de infracciones, desde leves hasta muy graves, como el uso de métodos violentos en la educación del animal o la cría y comercio de animales sin autorización.
La venta de animales de compañía queda restringida a criadores registrados, y la adopción solo podrá realizarse a través de centros públicos de protección animal o entidades registradas. La ley no se aplicará con efectos retroactivos en lo que respecta a especies que no estén incluidas en el listado definitivo, pero los propietarios deberán notificar la tenencia de estos animales en un plazo máximo de seis meses, aunque aún no se han especificado los detalles sobre cómo y dónde hacerlo.
En resumen, la nueva Ley de Bienestar Animal en España introduce cambios significativos en la forma en que se trata a los animales de compañía y plantea cuestiones legales importantes para los propietarios, incluyendo la penalización por matar ratas en el hogar. Su entrada en vigor está prevista para finales de septiembre de 2023, y se espera que tenga un impacto significativo en la relación entre los españoles y sus mascotas.
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