Redacción.- La Confederación Hidrográfica del Duero ha dado a conocer los primeros hallazgos del Laboratorio de Aguas en relación con la alarmante mortandad de peces que afectó al río Duero el pasado 21 de agosto. La entidad gubernamental tomó medidas inmediatas, realizando un análisis exhaustivo de muestras extraídas del tramo entre Fresno de la Rivera y la presa de Villaralbo. Aunque se necesitan más investigaciones, los datos preliminares ya ofrecen pistas sobre las causas detrás de este desastre ecológico.
Los resultados hasta ahora disponibles destacan varios parámetros clave que arrojan luz sobre la situación. Entre estos, el pH del agua ha sido uno de los puntos más sobresalientes, registrando valores cercanos a 9, al igual que la temperatura, que se ha mantenido en torno a 29°C. Ambos valores se sitúan en los límites críticos para la vida de la fauna acuática, y esta preocupante coincidencia sugiere una conexión con las altas temperaturas recientes y la proliferación de algas en el río.
Los expertos también han observado que no existen diferencias notables entre las muestras tomadas aguas arriba y aguas abajo de la zona de la mortandad, en relación con los parámetros evaluados hasta el momento. Los niveles de amonio se mantienen notablemente bajos, siempre por debajo de 0,08 mg/L, mientras que el nitrógeno total presenta valores inferiores a 1,2 mg/L en todos los casos.
El oxígeno disuelto en el agua ha demostrado estar en niveles elevados, oscilando entre 10 mg/L y 14,7 mg/L en las muestras tomadas desde aguas arriba hasta aguas abajo. Estos valores superan incluso el punto de saturación de oxígeno a esa temperatura, lo que sugiere una contribución significativa de la fotosíntesis realizada por las algas presentes en el río.
Hasta la fecha, se han retirado alrededor de 500 kg de peces muertos de las aguas del Duero. Mientras tanto, la Confederación Hidrográfica del Duero está llevando a cabo una serie de acciones para determinar la causa de la mortandad y establecer posibles responsabilidades, en caso de que se demuestre que las actividades humanas hayan tenido un papel en este incidente. En esta dirección, se están realizando inspecciones minuciosas y muestreos exhaustivos de cauces y vertidos catalogados por el Organismo, que podrían, aunque de manera indirecta, estar afectando la calidad del agua en la región.
Los investigadores continuarán analizando los datos y llevando a cabo investigaciones adicionales para arrojar luz sobre esta crisis ambiental que ha impactado el río Duero. Se espera que los resultados finales ayuden a identificar las causas subyacentes y guíen hacia medidas de mitigación y protección futuras.
