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viernes, mayo 3, 2024

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Al Margen: «Rapaces en verano»

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Rodrigo V-. Hubo un tiempo, años ha, en que los Carlos Latre de la época tuvieran como estrella de su repertorio la imitación o remedo de la voz de Félix Rodríguez de la Fuente. Si tienes la edad suficiente para recordar aquella inconfundible forma de hablar, podrás aplicarlo al texto siguiente.

Una vez más, asistimos al espectáculo que nos brinda la Naturaleza, donde estos entrañables ejemplares de la fauna ibérica, otean el horizonte en busca de su presa más codiciada. Tras largos días de espera en los que han podido sobrevivir gracias a piezas menores, ocasionalmente entreveradas con bocados más jugosos, como quizás puedan ser las elecciones, tanto locales como nacionales, por fin atisban en lontananza su ansiado manjar: el programa de fiestas. Un programa que, fiel a su cita, aparece en plena canícula de agosto ante los ávidos ojos de estas rapaces, aunque en esta ocasión, quizás por la ola de calor o el manido cambio climático que se esgrime para todo, ha llegado con algunos días de retraso, lo cual ha provocado que algunos ejemplares no hayan resistido la espera, viéndose obligados a migrar hacia zonas costeras donde saciarán su voracidad despellejando el hotel que les ha tocado, el chiringuito donde un arroz con cosas se hacía llamar paella o la encarnizada lucha por un hueco en la playa donde siempre resultan molestos los vástagos ajenos, que no los propios. Mientras tanto, los que no han abandonado la meseta, se lanzan en aparatoso vuelo a la conquista de las redes sociales y el periódico local donde darán cuenta de su maestría en el uso de sus garras, desmenuzando pormenorizadamente cada evento que vieren o entendieren en el programa de fiestas, donde todo es reprobable y abundan en exceso los bóvidos, lo cual censuran esgrimiendo sus nuevos postulados evolutivos que les alejan del uso tradicional de reses trotantes. Resumiendo, estos rapaces traducen mal el latinajo “cogito ergo sum” por “me quejo luego existo”.

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