Redacción.-
Estudio en Cataluña destaca la desigualdad de género en la salud mental de los jóvenes
Según una investigación llevada a cabo por el grupo interuniversitario Epi4Health, en colaboración con la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), el campus Manresa de la Universidad de Vic-Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC) y la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), una de cada cuatro adolescentes en Cataluña presenta un estado de ánimo bajo. Esta cifra representa el doble de la prevalencia que se encuentra entre los chicos de la misma franja de edad.
El estudio, basado en los datos recopilados por el proyecto DESKcohort, liderado desde UManresa, examinó la salud mental y los comportamientos relacionados en más de 6.000 estudiantes de la Cataluña central. Los resultados revelaron que el 25,1% de las chicas adolescentes, de 12 a 18 años, experimenta un estado anímico bajo, mientras que este porcentaje se reduce al 11,6% en el caso de los chicos.
La doctora Helena González-Casals, docente de UManresa e investigadora de la UVic-UCC y la UOC, lideró este estudio publicado en la revista Journal of Affective Disorders. Según González-Casals, la investigación ha evidenciado la existencia de desigualdades de género en la salud mental de los adolescentes, con un estado de ánimo bajo siendo 2,2 veces más frecuente entre las chicas que entre los chicos. Además, se ha determinado que el 36% de esta diferencia se explica por los determinantes sociales y los comportamientos relacionados con la salud.
El análisis de los datos del proyecto DESKcohort reveló que las diferencias entre géneros están influenciadas por factores contextuales y comportamentales. Entre los factores destacados se encuentra la violencia sexual experimentada por las adolescentes, así como el menor tiempo dedicado a la actividad física en comparación con los chicos (el 57% de las chicas no cumple con los requisitos mínimos establecidos por la OMS). Además, factores como ser inmigrante, hacer dieta y fumar tabaco diariamente también se asociaron con un estado de ánimo bajo exclusivamente en las chicas, mientras que el consumo de riesgo de alcohol solo se relacionó con los chicos.
En cuanto a las variables sociales, se observó una mayor prevalencia de estado de ánimo bajo tanto en chicos como en chicas que provienen de situaciones socioeconómicas desfavorecidas. Otros factores asociados, como tener notas más bajas, abusar del teléfono móvil o sufrir acoso escolar, no mostraron diferencias de género significativas. Sin embargo, la violencia sexual fue identificada como el factor que más contribuye a la diferencia en la prevalencia del estado de ánimo bajo entre géneros.
Las investigadoras destacan la importancia de estos resultados para la implementación de estrategias preventivas y la detección temprana de malestares y síntomas en los adolescentes. Según Helena González-Casals, estos hallazgos permiten desarrollar acciones preventivas más completas y con un mayor impacto en la salud mental de este colectivo.
La investigación continúa con el análisis de los datos de la segunda ola del proyecto DESKcohort, que recopiló información durante el curso 2021-2022. Dado el impacto de la pandemia en la salud mental de los adolescentes, el equipo de Epi4Health está estudiando en detalle los cambios que se han producido en este ámbito. Además, se pretende evaluar si el entorno urbano o rural influye en la salud mental de los jóvenes, con el objetivo de desarrollar intervenciones más precisas y adaptadas a cada contexto.
