Redacción.-
En una destacada acción conjunta, la Policía Nacional, en colaboración con el Servicio de Vigilancia Aduanera (AEAT), ha llevado a cabo un operativo contra el tráfico de drogas y las plantaciones «indoor» de marihuana. Esta operación, que se ha desarrollado en dos fases, ha culminado con un total de 39 detenciones, sumando los arrestos realizados en la primera fase el pasado 30 de mayo.
Desde principios del año 2022, las autoridades iniciaron investigaciones en Valladolid sobre un importante clan familiar que dominaba el tráfico de drogas y el crimen organizado en el Barrio España de la capital. Durante la investigación inicial, se descubrió en un vertedero cercano al cementerio del Carmen una gran cantidad de sacos y bolsones con restos de plantaciones de marihuana, lo cual evidenciaba la relación del grupo con el tráfico de drogas.
Este clan se especializaba en el cultivo «indoor» de marihuana, utilizando casas y almacenes de su propiedad para realizar las plantaciones, las cuales luego cosechaban y distribuían en el mercado. Además, poseían varias viviendas en la misma calle, lo que les permitía ejercer un control constante sobre las mismas.
Las plantaciones «indoor» requerían un gran consumo de energía, utilizando lámparas de calor para acelerar el crecimiento de las plantas. Para obtener esta energía, se conectaban de forma ilegal a la red eléctrica. En uno de los lugares de cultivo, se descubrió un túnel subterráneo de aproximadamente 5 metros de longitud que llevaba hasta una farola de alumbrado público, a la cual se habían conectado clandestinamente.
Tras recopilar suficientes pruebas delictivas, se informó a la Autoridad Judicial y se presentó un informe policial al Juzgado de Instrucción número cinco de Valladolid, que decretó el secreto de las actuaciones desde el principio.
A medida que avanzaban las investigaciones, se descubrió la estrecha conexión entre este clan familiar y otro poderoso grupo asentado en el barrio de Pajarillos, que también estaba siendo investigado por la Policía Nacional por su participación en la venta de cocaína y heroína. Esto llevó a la unión de ambas investigaciones en lo que se denominó «Operación SANTO».
La complejidad y peligrosidad de los clanes investigados, la mayoría de ellos formados por miembros de las mismas familias con un largo historial delictivo y un fuerte arraigo en los barrios donde residían, supuso un desafío considerable para los investigadores. Además, se encontraron diferentes armas en los domicilios de los involucrados, lo que aumentaba la peligrosidad de la situación.
El operativo se llevó a cabo en dos fases. En la primera fase, se realizaron 16 registros domiciliarios, incluyendo el barrio España y otras localidades cercanas. Se incautaron más de 3.500 plantas de cannabis, con un peso total de 270 kilogramos, así como cocaína, hachís, armas de fuego, munición, teléfonos móviles y una gran suma de dinero en efectivo.
En la segunda fase, que tuvo lugar el 6 de junio, se detuvieron 27 personas en una operación conjunta en Valladolid, Palencia, Madrid, Segovia y Bilbao. Se realizaron un total de 23 registros domiciliarios, y se confiscaron diversas drogas, armas de fuego, munición, dinero en efectivo, vehículos y teléfonos móviles.
La operación continúa en desarrollo, y no se descartan nuevas detenciones. El Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid está a cargo del caso.
La Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera han demostrado su compromiso en la lucha contra el tráfico de drogas y el crimen organizado, trabajando de manera conjunta para desmantelar estas redes delictivas y garantizar la seguridad de la sociedad.
