Bueno, pues ya tenemos la baraja completa para las elecciones municipales. En esta ocasión contamos con 7 palos, cuyos ases son Guzmán, Olga, Chus, LuisMa, Mon, Alberto y uno que se pasó por el polideportivo y fichó a los que se iba encontrando (Manolo del Sarabris, José Julio y Mª José de la Gimnástica…). En la posición de sota, caballo y rey (o sea, las figuras) aparecen, efectivamente, algunas figuras conocidas que no aspiran a ser concejales (salvo hecatombe en su partido, como aquella vez en que el PP casi agota la lista) pero aportan su posible lustre, su apoyo moral y, llegado el caso, sirven para “cantar las 40” al resto del partido basándose en sus experiencias anteriores. Aunque también es verdad que los hijos, llegados a una edad, se revuelven contra los padres cuestionando todas sus opiniones, que consideran obsoletas, caducas, periclitadas y de otra época, que ellos creen extinta.
En fin, que hemos podido ver las distintas presentaciones de algunos partidos con desigual concurrencia de espectadores y similar oratoria nerviosa de los candidatos, que parecían enfrentarse a un examen oral en unas oposiciones. Al fin y al cabo, se examinan a final de mes para conseguir alguna de las 21 plazas vacantes para realizar un trabajo durante cuatro años. Al menos esa es la teoría. Que luego trabajen los que han aprobado está por ver. Y puestos a ver, hemos visto que algunos partidos coinciden en pequeños detalles, como el color verde de los logos de VOX y Medina Primero. O el propio “primero” que un partido lleva en el nombre y otro (el de Mon) como eslogan “lo nuestro primero”. Y eso no sé si es bueno o malo a la hora de solucionar problemas. Habrá que preguntar si “lo nuestro” es lo suyo o es de más gente. Y si después de tanto “primero” pasarán a “segundo” y “tercero” o repetirán curso.
Rodrigo V.
