Hace unos días se derrumbó una parte de la pared exterior del convento de las Reales. Un trozo relativamente pequeño comparado con el edificio en su totalidad, pero eso puede ser solo el principio, ya que la titularidad es de unas monjas que ya no están allí, o sea, es un edificio abandonado. Tan abandonado como ha estado durante años el parque de la calle Mostenses. Un parque donde María Jesús Vázquez jugaba de pequeña y a mí me daba cierto miedo (el parque) porque, cuando llegué a Medina con 9 años, los niños de la Plaza del Mercado se pertrechaban con palos y piedras para ir a pelear contra “los del parque”, como si aquello fuese un barrio lejano e inexpugnable.
Yo, que venía de pasar las tardes jugando al fútbol, no estaba preparado ni física ni mentalmente para semejantes gestas, lo cual me convertía en pacifista o cobarde (según mi criterio o el suyo) y me llevaba a recriminar a mis padres por haberse venido a vivir a un lugar donde, a dos calles de tu casa, te reciben a palos y pedradas para que puedas lucir después unas medallas en forma de moretones y brechas sanguinolentas que evidencien tu valor y arrojo en el fragor de la batalla.
No recuerdo si todo aquello era por conquistar la titularidad del parque, pero ahora, cincuenta años más tarde, resulta que ni siquiera en el Ayuntamiento sabían quién era el titular, ya que Luis Carlos Salcedo dijo el miércoles en Onda Medina: “creíamos que era de los vecinos pero es del Ayuntamiento y no lo sabíamos”. Pues muy bien, ahora que lo saben podrán meterle mano y hacer algo útil y bonito o simplemente gastarse un pastizal del que andan sobrados y hacer cualquier chapuza como en El Chopal, que también costó una burrada de dinero.
Lo que me jode es que podían haberlo hecho hace 50 añitos y me habían ahorrado unos cuantos cantazos y botes de Mercromina.
Rodrigo V.
¡No me digas, yo llegué también a Medina con 9 años y esa era mi parque! No sabía que era de todos los medinenses. Allí solo entraba el que quería D. Justo, normalmente los de los pisos de Lope de Vega que estábamos al lado. Allí nos hemos criado los hermanos Casado de las pastas, hermanos Burgueño de la pastelería, hermanos Santana, hermanos Testera, los hijos de Ceci, hermanos Hervada, hermanos Velázquez María Jesús,… teníamos cerca la discoteca Los lorene’s y salían a besarse hasta que Don Justo llegaba… No sabía nada de peleas, nunca vi a nadie de la plaza de los marranos, así la conocíamos. Para mí ese parque fue un lugar maravilloso del que tengo muy buenos recuerdos.
Bueno Rodrigo,si es verdad que éramos un poco bestias, pero parece que en eso hemos mejorado,en lo que creo seguimos igual es en lo de lo de la titularidad, sobretodo si tiene algo que ver «la santa madre iglesia» cuando hay beneficio es de ella, pero si se trata de poner dinero es de todos. Manda huevos.