Se ha democratizado antes y más rápido la tecnología que la cultura. Por eso casi todo el mundo tiene un ordenador o un teléfono móvil pero no tiene ni idea de lo que escribe o piensa. Los políticos y los medios de comunicación lo saben, por eso se afanan en darles la información previamente elaborada, aderezada y masticada para que no tengan que pensar y solo copien y peguen en sus neuronas lo que oyen por ahí. Si a eso le unimos la caterva de indocumentados que han llegado al poder, trepando como aquellos zombies de la película “Guerra mundial Z”, nos encontramos con cosas tan absurdas como la ley del “solo sí es sí”, que está consiguiendo los efectos contrarios a los que se deseaban.
Para despistar un poco, hacen ruido con aquello de los colegios mayores que se divertían diciéndose burradas mutuamente antes de quedar para tomar unos vinos o con la arenga de un equipo de rugby que osaba decir “violación, estupro, cohecho, ¿quién domina?, Derecho”.
Oh, Dios mío, qué afrenta, qué dislate, que ignominia, qué machismo está surgiendo en la sociedad desde que los podemitas tienen acceso a mansiones en Galapagar.
Pues no es así, exactamente. Yo estudiaba Derecho en 1980 y ya se entonaban esas frases y otras de similar cariz como “útero, vagina, ovario, aúpa veterinario” a la que otras respondían con “ovario, útero, vagina, aúpa medicina”. A pesar de esas frases con más de 40 años de historia, los estudiantes de aquella época se han convertido en abogados, veterinarios, médicos y todo tipo de profesionales que desempeñan sus trabajos correctamente gracias a los estudios adquiridos.
Esa es la diferencia. Los que ahora se quejan de estas tonterías no han pisado una universidad, ni un Colegio Mayor y apenas les alcanza para decir “solo sí es sí”. Y encima la cagan.
Rodrigo V
Para indocumentado que ha llegado al poder, el alcalde de Medina. Sin licenciatura, sin experiencia profesional (salvo unas jornadas de camarero) y con un cursillo de prevención de riesgos. Y si hablamos de trepar, no es el caso de nuestro regidor, a él le va más el paracaidismo.