Editorial
Lo que emana del pueblo, más concretamente de las tradiciones orales, son aspectos que nuestros políticos suelen emplear con asiduidad. Porque, ante todo, son humanos y porque, de este modo, parecen acercarse al ciudadano en términos más amables, afables e incluso cómicos en determinados casos. Y es que en este pleno ordinario correspondiente al mes de abril, el refranero también ha saltado a la palestra, aunque vagamente. “A burro regalado no hay que mirarle el dentado”, venía a decir Teresa Rebollo, edil socialista, en relación a las prestaciones económicas que derivan del Gobierno nacional y que tienen que ver con inversión en este ámbito en las distintas regiones y, por ende, en los múltiples municipios que las componen.
Aunque, si bien es cierto, si por algo se pudo resumir el pleno de este mes es por aquel otro que venía a decir “lo bueno, si es breve, dos veces bueno”, porque apenas en una hora estaba “todo el pescado vendido”.
Fue Gana Medina la única formación que presentó una moción que en media hora ya estaba rechazada con los votos desfavorables de Medina Primero y Partido Popular. Así, lejos de ‘la conciliación’, tema del que versaba su propuesta y que iba encaminado a la programación de ayudas económicas directas para las familias, los grupos no llegaron a ningún acuerdo.
Y es que a pesar de que, en un principio, todo parecía estar dispuesto a la fraternidad, con mensaje de ‘feliz cumpleaños’ por parte del regidor hacia Susana Herrera y Teresa López, el desasosiego fue haciéndose patente hasta llegado el final.
Un cierre de un pleno cuasi inalterable, en el que uno de los momentos de mayor tensión se vivió entre el ahora nombrado portavoz del PSOE, Luis Manuel Pascual, y el regidor de la Villa, Guzmán Gómez. Una disputa entre ambos que no llegó a comprenderse del todo dada su naturaleza. Y es que Gómez, durante la intervención de una de sus concejalas, regañó a la bancada socialista al entender que estaban faltándola el respeto, hablando por encima de ella. Así, Pascual aprovecharía el turno de ruegos y preguntas para instar al alcalde a que esas “regañinas” fueran objetivas con el resto de grupos políticos que conformaron el pleno.
Un hecho que, de no haber sido por la parsimonia del pleno en cuestión, habría pasado completamente desapercibido dado que la trifulca verbal suele estar siempre presente, pero no fue así.
Entretanto, desde Gana Medina, Jorge Barragán también comentó la posibilidad de una comisión para analizar presuntas productividades “abusivas” en algunos empleados del Ayuntamiento, o incluso Cristina Blanco ‘achuchó’ para saber en qué beneficiaba a la villa el hecho de que varios jinetes de la ruta nebrisense hubieran estado disfrutando de la gastronomía medinense semanas atrás.
Todo apunta a que, de lo que queda de legislatura, este equipo de Gobierno vivirá los plenos a un ritmo ciertamente pausado, al menos en lo que respecta al grupo mayoritario en la oposición tras su cambio de portavocía.
Dicen que “en boca cerrada no entran moscas”, pero hay veces que meterse en lo incómodo también es oportuno, ya que “mar en calma no hace buenos marineros”
La Voz de Medina y Comarca
