Editorial
Con una pandemia que parece haber remitido lo suficiente para llegar hasta una relativa normalidad, España ha vivido una serie de protestas durante esta semana que traen a colación el nuevo texto de Ley de Seguridad Ciudadana, que cuenta con una polémica evidente para las fuerzas de seguridad.
En la otra cara de la moneda, tenemos las manifestaciones de los trabajadores del metal en Cádiz, que han sido por momentos reprimidas de manera dura por las unidades policiales, donde se ha observado el uso de pelotas de goma y tanquetas por las calles.
Y es que la derogación de la llamada “Ley Mordaza” trae consigo un nuevo texto que deja en el aire auténticas inquietudes para los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que ven cómo caen consigo algunas de las barreras que pueden protegerles frente a futuras denuncias por parte de los ciudadanos.
Resulta peligroso cómo a partir de ahora los atestados que realicen los agentes policiales podrían perder su presunción de veracidad, una inseguridad jurídica por la que siguen protestando. Y después de este importante cambio, el cabreo es evidente teniendo en cuenta a los nuevos “poli-taxis”, que deberán devolver a los detenidos al lugar donde se realizó la intervención.
En este sentido, algunas voces claman también por la desprotección que ofrece la nueva legislación a los españoles de a pie, que podrán ver cómo se pueden producir “manifestaciones espontáneas” que no tendrían que ser comunicadas previamente a las autoridades pertinentes. Esto supone un riesgo para la población, que vería cómo este ejercicio de “rápida expresión” podría crear auténticos problemas para sus servicios esenciales, impidiendo que los autores de las mismas contaran con la sanción pertinente.
Mirado desde el lado contrario, el de la protesta, resulta evidente que con la nueva ley el ciudadano quedará más protegido frente a ciertos abusos. Así se traduce la posibilidad de grabar a las Fuerzas de Seguridad, que ya no será considerado como delito. De igual manera, desaparecen las sanciones económicas para los manifestantes, pues ahora se tendrá en cuenta la capacidad económica de los individuos, eliminando así esa manera de disuadir a la participación en protestas.
Toda una serie de medidas que entran de lleno en el debate político y ante las que cabe preguntarse si de verdad conseguirán proteger a la población y su derecho a la manifestación, o irán en detrimento directo de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
La Voz de Medina y Comarca
Las manifestaciones para quitar derechos a los demás siempre se disfrazan de otra cosa. Como aquella contra los gays que se llamó “por la familia” o esta basura de hoy a favor de la mordaza que para disimular la han llamado algo así como «manifestación en contra de la reforma de la seguridad ciudadana»
_Entonces, ¿os estais manifestando a favor de que os puedan aplicar la ley mordaza?
+No, nos manifestamos a favor de poder aplicarsela nosotros a los demás.
_Ya me parecía.
A los amigos de los que van a montar el pollo cuando ellos ya no esten en el gobierno. Socialistos, comunistos, bilduetarras, separatistas vascos, separatistas gallegos y demas morralla que tenemos en este bendito pais.
Esto solo beneficia a la mierda de la extrema izquierda, son la ruina de este país, y ahora el PSOE se agarra a ellos para seguir en el poder. No he sido de derechas nunca, pero todavía estoy por ver una manifestación de la derecha en España donde se pegue a la policía. De izquierdas solo hay que ver las ultimas de Cádiz, con un muerto que ni siquiera se estaba manifestando, por cierto, cuando la fragata construida en los astilleros de Navantia en Cádiz dejó tirados en marzo de 2020 a los americanos por orden expresa del camarada txepa no salió ningún metalúrgico a manifestarse, ni siquiera el HDLGP de K¡chi, ahora coméis mierda, que se han llevado los italianos el contrato de las 10 fragatas americanas. Si queréis comunismo comed mierda.