P. De la Fuente.- A pocos kilómetros del bullicio del centro de la Villa de las Ferias, descansa el pulmón de Medina. El pinar de “Las Salinas” se levanta como un fiel reflejo de la sociedad, donde las pequeñas margaritas ya han salido en este mes de mayo, e incluso los vientos acarician los mantos rojos de las amapolas. A su alrededor, imponentes árboles llenos de vida copan el entorno, dando cierto esplendor a la escena que acontece en cada atardecer y amanecer. Otros, sin embargo, y tras haber vivido alguna que otra tormenta, descansan en el suelo, ya cansados, dejando paso a los demás. Es precisamente en estos troncos donde el medinense Jairo Bernardo ha puesto el foco de atención, decorándolos con llamativos colores y pinturas. Una actuación que tiene más allá de lo meramente artístico.
En estos últimos meses, Bernardo ha desarrollado un proyecto para la entidad de Aspaym, lugar donde desarrolla su trabajo durante décadas -estando en contacto a nivel nacional con diversos colectivos-, que trataba de poner en valor la creatividad como abrazo para aquellas personas mayores que tantas vicisitudes se han encontrado en plena pandemia. “El enfoque principal es romper con la soledad no deseada que sufren en silencio y que conlleva otros baches difíciles de saltar” defiende Jairo Bernardo, que además añade: “La creatividad es un camino muy amplio que juega a nuestro favor. Con esta intervención hago referencia a que esta faceta creativa está dentro de todos y de todas y solo hay que ponerla a funcionar”.
Así, los campos de nuestra zona ahora visten con más color. Jairo Bernardo ha sido el artífice de esta alegoría a la vejez entre robustas cortezas y flores. Cortezas que narran pequeñas historias, que han vivido lo indecible y que, a pesar de los años, siguen pensando que la vida es un regalo maravilloso. La creatividad se fusiona con la emoción en homenaje a las ganas de vivir de nuestras personas mayores.
Artículo completo en la edición impresa de La Voz de Medina y Comarca del 8/05/2021
