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viernes, abril 19, 2024

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Un día después, bajaba la incidencia en Medina del Campo

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Editorial

En Castilla y León bien estamos acostumbrados a las decisiones que vienen de un día para otro. Desde el momento en que el gobierno central cedió las competencias sobre las restricciones de la pandemia a la Junta de Castilla y León, hemos sido testigos de cómo el trío formado por Mañueco, Igea y Casado nos informaba sobre decisiones que afectaban al devenir de sus ciudadanos, en muchos casos con escasas horas de antelación para el inicio de las nuevas reglas.

Este es el sinsentido que les toca vivir a muchos de los hosteleros y restauradores de la zona de Medina del Campo, que vieron cómo la Junta alargaba las medidas del cierre del interior de sus establecimientos el lunes, mientras que el martes la Villa de las Ferias ya arrojaba unos datos de incidencia por debajo de los 150 por cada 100.000 habitantes.

Bajo esta perspectiva, cabe preguntarse por qué la Consejería de Sanidad no adopta la medida de abrir el interior de estos establecimientos de un día para otro, en vez de esperar una semana entera hasta el nuevo Consejo de Gobierno. Y es que estamos hablando del pan de muchas familias en una semana de intensas lluvias que ha impedido salvar las jornadas con las terrazas.

Dando un pequeño vistazo a los datos de incidencia de la Zona Básica de Salud Medina del Campo Urbano, el jueves 13 se contaba con 53 casos activos, mientras que Medina del Campo Rural -con la mitad de la población- incrementaba la cifra hasta 137 casos activos de COVID19. Hay que tener en cuenta que esta zona está compuesta por 23 municipios y 2 pedanías, mientras que Medina es una sóla población. Sin embargo, con los datos sobre la mesa se podría pensar que estos pueblos necesitan medidas más restrictivas en Medina del Campo.

Sólo queremos poner un ejemplo más sobre la mesa de la arbitrariedad con la que la Junta de Castilla y León actúa en ciertas ocasiones, pues bien podrían haberse reunido brevemente para adoptar una apertura en la Villa que podría haber mejorado las perspectivas en esta apagada semana.

Con la finalización del Estado de Alarma, cada vez son menos las decisiones que se pueden adoptar de manera arbitraria por parte de las autonomías. Bien nos acordamos de ese toque de queda a las ocho de la tarde, impuesto y suspendido un mes después en una jugada bien calculada desde el punto de vista jurídico, pero que ha logrado cabrear a buena parte de los castellanos y leoneses, que cada vez confían menos en la institución autonómica.

La Voz de Medina y Comarca

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