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sábado, abril 20, 2024

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Inmigración y chantaje

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Editorial

El drama de la inmigración ha saltado a un primer plano informativo esta semana después de la cifra récord de personas que ha superado la frontera de Marruecos, muchos de ellos devueltos “en caliente” al país de origen. Todo ello bajo la inoperancia de la policía del gobierno marroquí, que ha utilizado a su población para chantajear al país vecino.

Todo parece indicar que se trata de una maniobra orquestada por la acogida del líder del frente Polisario por parte de Españaña, una admisión que podría haber sido entendida por motivo humanitario, pero que el Ministerio de Exteriores ha intentado ocultar a nuestros vecinos de Marruecos, para quienes este personaje supone un verdadero “enemigo público”.

Algo que sí ha demostrado la ministra González Laya ha sido una total incompetencia en todo este desencuentro, yendo siempre a la zaga de las informaciones ya aparecidas y sin el diálogo constante que cualquier crisis diplomática requiere.

Ella y otros ministros ya han sido puestos en el punto de mira, y es posible que el desgaste que traen para la marca de Sánchez termine por dejarlos fuera antes del final de la legislatura. Junto a Laya se encuentra la figura del ministro de Universidades cuya inoperancia es conocida, o el propio ministro del Interior, que acumula numerosos escándalos.

De vuelta al tema de Ceuta, en esta crisis hemos podido observar de primera mano cómo la política que Sánchez traía en sus inicios ha quedado en el olvido. De esta manera, vemos un contraste importante entre la gran acogida que se hizo de las personas del buque Aquarius, frente a la “devolución en caliente” de miles de inmigrantes que el jefe del Ejecutivo nacional ha ordenado hace escasos días, una directiva harto criticada por los socialistas cuando se encontraban en labores de oposición.

Y es que a los bandazos del gobierno socialista se une la posición firme de sus socios a la izquierda con la causa saharaui, que ha sido expuesta en varias ocasiones y que supone otro punto importante para la mala relación que atraviesan Marruecos y Españaña.

Además contamos con otro obstáculo, el poco feeling que existe entre nuestro gobierno y el estadounidense (a diferencia de hace 20 años), que no parece vaya a cambiar su posición respecto a la soberanía de Marruecos con el Sahara. En cuanto al apoyo europeo a nuestro país, resulta evidente y poco efectivo a la vez. A Españaña sólo le queda demostrar una vez más que cuenta con la humanidad necesaria para afrontar esta crisis, a diferencia de Marruecos, a quien no le ha temblado el pulso a la hora de chantajear a nuestro país utilizando a sus propios ciudadanos.

La Voz de Medina y Comarca

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