Redacción.-
Se trata de un sistema que, mediante la inyecci?n de vapor de agua, solventa los problemas ocasionados por el crecimiento de la pr?stata en el paciente.
El Servicio de Urolog?a del Hospital Comarcal Santiago Ap?stol de Miranda de Ebro, bajo la direcci?n de los doctores Francisco F?lix Gonz?lez y José Rosa Arias, ha sido el primer hospital de la provincia de Burgos en introducir la terapia t?rmica con vapor de agua para aliviar los s?ntomas asociados a la hiperplasia benigna de pr?stata (HBP), un agrandamiento de la gl?ndula prost?tica. El tratamiento consiste en inyectar vapor de agua en la pr?stata, lo que provoca la necrosis del tejido o muerte celular, que es despu?s eliminado por el propio cuerpo solventando los problemas ocasionados por el crecimiento de la pr?stata en el paciente. La intervenci?n se lleva a cabo a trav?s de la uretra y no requiere ingreso, por lo que puede realizarse de forma ambulatoria.
Los doctores Francisco F?lix Gonz?lez y José Rosa Arias, médicos adjuntos al Servicio de Urolog?a del Hospital Comarcal Santiago Ap?stol, fueron los encargados de aplicar con ?xito esta t?cnica el pasado 26 de noviembre. Esta tecnolog?a, que poco a poco se va imponiendo en Españaña, es un gran avance para los millones de hombres que, generalmente a partir de los 50, comienzan a tener dificultades por el agrandamiento de la pr?stata. Una gran alternativa al tratamiento farmacol?gico com?n, que en muchos casos, produce efectos secundarios y la afectaci?n en la esfera sexual.
La HBP es el crecimiento de la gl?ndula prost?tica. Afecta a aproximadamente el 50% de la población masculina entre los 51 y 60 años, y hasta el 90% de los hombres mayores de 80 años. Este agrandamiento puede comprimir la uretra y, por consiguiente, reducir o, a veces, bloquear por completo el flujo de orina desde la vejiga.
El Último estudio de la terapia t?rmica con vapor de agua para tratar la HBP, publicado en la revista cient?fica Urology, inform? que solo un 4,4% de los casos necesit? tratamiento adicional durante los cuatro años de seguimiento. Al tratarse de una intervenci?n mínimamente invasiva, se reducen tambi?n los riesgos asociados y los efectos secundarios. Tan solo pueden llegar a producirse inconvenientes como molestias al orinar o una peque?a presencia de sangre en la orina. En todo caso se trata de efectos transitorios y temporales.
La t?cnica utiliza un dispositivo port?til que aplica energ?a de radiofrecuencia a unas pocas gotas de agua para generar vapor. El vapor de agua se inyecta en el tejido prost?tico que obstruye el flujo de orina desde la vejiga, donde se convierte de nuevo en agua, liberando la energ?a almacenada en el vapor en las membranas celulares. En este momento, las c?lulas se da?an de manera cuidadosa e inmediata, hasta que se produce la muerte celular. Con el tiempo, el cuerpo absorbe el tejido tratado mediante su respuesta de curaci?n natural. La intervenci?n tiene una duraci?n de no más de 10 minutos, independientemente del tamaño de la pr?stata, y es segura preservando la funci?n sexual. Al terminar el proceso, el paciente ya puede regresar a su casa y lo único que necesita es llevar una sonda vesical durante unos días, que le será retirada tambi?n en el centro hospitalario donde se le practica la intervenci?n.
Esta t?cnica supone un gran avance en los tratamientos para la hiperplasia benigna de pr?stata y una esperanza para los hombres con esta patolog?a. Especialmente para aquellos a los que les preocupa la preservaci?n de su funci?n eyaculatoria, los que presentan un elevado riesgo anestásico/quir?rgico, los que toman tratamiento antiagregante o anticoagulante y no puede suspenderlo, los que no toleren o no quieran tomar tratamiento oral de forma crúnica y de forma general, aquellos que no respondan a tratamiento m?dico y prefieran una alternativa menos agresiva, con menos complicaciones que las opciones quir?rgicas habituales.
Aunque existen otras alternativas para tratar esta enfermedad, con la terapia t?rmica de vapor de agua se consiguen excelentes resultados y que los pacientes vuelvan a sentirse bien sin pasar por los inconvenientes de un quir?fano y sin apenas efectos secundarios. En definitiva, se consigue una mejora? de su calidad de vida de una manera r?pida y segura.
