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sábado, abril 20, 2024

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Editorial

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Gobierno ?ya!

Los vetos de los partidos autodenominados ?Constitucionalistas? y las aspiraciones de otros que no disfrutan de tal calificativo autoproclamado, podr?an llevar a Españaña a un nuevo proceso de Elecciones Generales. Una vicisitud ya cansina y de la que los ciudadanos comienzan a hartarse. Por un lado, el PP en una clara política de obstrucci?n, de cu?o tan viejo como el que llev? al desastre a la anterior democracia de la República; a la que se suma Ciudadanos, con id?ntica actitud obstruccionista, parece que llevan a un ?impase? a la formación de un nuevo Gobierno del PSOE, ganador de las pasadas Elecciones Generales, encabezado por el presidente en funciones Pedro Sánchez.

Por otro, el empecinamiento de los restos de Podemos y muy especialmente de su cabeza visible, Pablo Iglesias, de convertirse en ministro de un Gobierno de coalici?n, hacen temer lo peor, ya que su presencia o la de miembros destacados de tal partido alejar?an a otras formaciones políticas moderadas del voto afirmativo que Sánchez necesita para ser nombrado presidente.

Ni unos ni otros, unos por cordones sanitarios injustificados contra el PSOE y otros por ser ?sta su Última ocasi?n de permanecer en el palmar?s de la política española, con la titularidad de un ministerio, parecen no darse cuenta, por razones partidistas, de la absoluta necesidad que tiene Españaña de contar con un Gobierno en plenitud de funciones que pueda presentar unos Presupuestos que auspicien el crecimiento de la econom?a y que contengan las medidas sociales que todos preconizan y que se van postergando en funci?n de sus intereses.

La llamada de atenci?n en disyuntiva por parte del PSOE de que ?o ahora o nuevas elecciones? está más que justificada, ya que hay asuntos, además de los dichos, que tienen especial relaci?n con la política de Europa, no pueden esperar como tampoco pueden dilatarse la reunión del Pacto de Toledo par garantizar la sostenibilidad de las pensiones, ni retoques constitucionales que impidan en el futuro situaciones de bloqueo como la actual.

Si a todo ello se a?ade el tema de vertebraci?n territorial por los problemas planteados por los nacionalistas, la necesidad de contar con un Gobierno es imperiosa e ineludible ya que los problemas hay que atajarlos a tiempo. Y es que un pa?s solvente, como es Españaña, no puede permanecer al albur de personas que aspiran bien a ocupar con calzador cargos ministeriales ni al de otras que pretenden en el futuro, que ahora no toca, a presidir un Gobierno de un pa?s serio.

La Voz de Medina y Comarca

2 COMENTARIOS

  1. NO es NO.
    Presidente cum fraudem pacta con golpistas catalanes , terroristas vascos y comunistas coletudos.
    NO es NO.
    Viva España

  2. Todo el debate pol?tico en España?a viene contaminado por la disociaci?n entre mayor?a de investidura y mayor?a de gobierno. Contribuir a la investidura de un presidente significa aprobar su programa pol?tico y otorgarle confianza. En buena l?gica, ello deber?a conllevar un compromiso de respaldarlo mientras no cambien dr?sticamente las circunstancias.

    Sin embargo, algunos partidos negocian sus votos o abstenciones en la investidura y se desentienden al minuto siguiente del gobierno resultante. El candidato reclama que se le franquee la puerta de la Moncloa sin ocuparse de c?mo y con qui?n gobernar? despu?s. Esta perniciosa pr?ctica está en el origen de la crisis de gobernanza que padecemos desde hace años: investiduras y censuras hilvanadas de cualquier manera, gobiernos minoritarios e inoperantes y parlamentos fracasados.

    El jefe del PSOE ha desplegado desde el 28 de abril una colosal operaci?n de intoxicaci?n política destinada a establecer cinco mentiras: A) Que al encabezar la primera minor?a parlamentaria adquiri? derecho absoluto e irrestricto a presidir el Gobierno -lo que ?l furiosamente neg? a su antecesor-. B) Que ese derecho lleva adjunto el de formar el gobierno que se le antoje, sin atender a la dr?stica limitaci?n de sus 123 escaños. C) Que quien dificulte o condicione su designio traiciona un imaginario mandato popular y bloquea arteramente la gobernaci?n de España?a. D) que es obligaci?n de los demás partidos ?de todos ellos- entregarle la presidencia gratis et amore. E) Que la eventual repetici?n de las elecciones no ser?a la expresi?n de su fracaso, sino de la irresponsabilidad ajena. Me temo que demasiados panegiristas han comprado la mercanc?a entera.

    Con esas cinco falsedades por bandera pretende presentarse ante el Congreso reclamando que lo voten por la cara. No busca la confianza de la C?mara, busca un salvoconducto para ejercer el poder en exclusiva. Para ello reclama y acepta cualquier voto, desde el PP a Bildu. Lo que suceda el 26 de julio le trae mayormente sin cuidado, siempre que suceda con su augusto cuerpo sobre el colch?n de la Moncloa.

    Lo cierto es que, te?ricamente, Pedro Sánchez tiene a su disposición el raro privilegio de construir al menos tres mayor?as de gobierno:

    Podr?a plantear una mayor?a a la alemana, invirtiendo los papeles: los socialistas al mando y los conservadores colaborando. Sumar?an 189 diputados. Merkel lleva as? dos legislaturas. Mariano Rajoy, con 123 escaños, lo propuso (de hecho, fue su primera opci?n). Si aqu? y ahora el mero hecho de mencionarlo parece disparatado, es porque alguien se ha ocupado previamente de hacerlo inimaginable.

    Podr?a ensayar una mayor?a formada por socialistas y liberales. La misma que intent? hace tres años, pero con 180 escaños. Sánchez y Rivera, Rivera y Sánchez, se han volcado durante un año, con empe?o digno de mejor causa, en empantanar cualquier ruta hacia esa soluci?n.

    Podr?a reproducir la f?rmula de gobierno más coherente con la estrategia que ha practicado desde que recuper? el poder en su partido: una alianza de izquierda pura y dura con Podemos y con ERC. De nuevo, una c?moda mayor?a de 180 diputados para la conjunci?n del socialismo con el radical-populismo y el secesionismo de izquierdas. Eso es lo que realmente intenta, pero sin pagar ninguna clase de peaje: ni el de compartir el Gobierno con Podemos ni el de reconocer (públicamente) a ERC como interlocutor.

    Izquierda-derecha, centro-izquierda y suma de las izquierdas. Cuando la primera minor?a dispone de tres posibles mayor?as de gobierno y sabotea las tres por la obsesi?n de monopolizar el poder o por negar a otros la posibilidad de participar de ?l, es insultante que, adem?s, se permita acusar a nadie de bloquear la investidura o de provocar la repetici?n de las elecciones.

    Tendr?a sentido que el PSOE ofreciera al PP y/o a Ciudadanos explorar posibles ?gobiernos de colaboraci?n?, basados en la reconstrucción del frente constitucional que hizo frente a la insurrecci?n en Catalu?a y en un cat?logo ?corto pero sustancial- de acuerdos de Estado para las grandes reformas pendientes. Probablemente le dir?an que no, y no les faltar?an motivos: la política de Sánchez desde que conquist? el poder no invita precisamente a la confianza desde ese lado del espectro pol?tico. Pero es a ?l a quien corresponde la iniciativa. Solo cuando Casado y Rivera le respondieran con un portazo empezar?a a justificarse el reproche a ambos, no antes.

    Sánchez no ha movido un dedo en esa direcci?n. Se limita a inculpar a la derecha porque no le regala la abstenci?n para que ?l gobierne con la izquierda radical. Hay quienes piden a PP y Cs que se abstengan para que el PSOE no dependa de Podemos y de los nacionalistas. ?Acaso se lograr?a tal cosa? Puesto que la abstenci?n de la derecha no estar?a vinculada a compromiso pol?tico alguno, seguir?an siendo precisos los votos de Podemos para pasar la investidura y el apoyo adicional del independentismo para sostener al gobierno.

    Tambi?n tendría sentido ?aunque a algunos nos parezca desastroso para España?a- que Sánchez formalice la coalici?n de hecho que le llev? al poder y le permiti? aguantar en ?l durante diez meses. Pero a la hora de la verdad, el casquivano cortejante se niega a la boda. ?C?mo se puede proclamar a un partido como socio preferente a todos los efectos y a continuaci?n interponer un humillante veto personal a su l?der y a sus principales dirigentes?

    Es tan intensa la pulsi?n sanchista por el usufructo del poder en r?gimen de monopolio (dentro y fuera de su partido) que, en el l?mite, no le importar?a ganar la investidura con 123 votos a favor (los del PSOE), 24 en contra (los de Vox)?y 203 abstenciones. Lo de gobernar despu?s, ?a qui?n le importa?

    Pedro Sánchez está incumpliendo flagrantemente el encargo que recibi? del Rey: formar una mayor?a estable de gobierno merecedora de la confianza del Parlamento. A cambio, no deja de inventar excusas y regates: hoy mismo, y durante toda la semana, veremos algunos m?s. Probablemente piense que, si hay que meter este gol con la mano ser?a, como Maradona, ‘La mano de Dios’.

    No quiere elecciones, pero, por si acaso, ya especula con el sexto pasajero: lo que Iglesias no le concede hoy, quiz? Errej?n se lo suministre mañana. A este no lo vetar?a como ministro, aunque sea tan populista y tan partidario de la autodeterminaci?n como su excompadre.

    Sánchez es responsable ante el Rey de sacar adelante su investidura. Es responsable ante el Parlamento de construir una mayor?a de gobierno que merezca tal nombre. Es responsable ante el pa?s de evitar que se repitan las elecciones. Si todo eso no sucede, habr? un único culpable. Todo lo demás son cuentos y trapacer?as.

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