Personas alérgicas al polen en primavera

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Redacción.- La rinoconjuntivitis polínica es la inflamación de la mucosa nasal y conjuntival
causada por agentes externos (alérgenos), contenidos en los granos de polen, a
través de un mecanismo inmunológico mediado por IgE. La polinosis se ha asociado
históricamente con sintomatología de rinoconjuntivitis, pero la manifestación en forma
de asma aparece en un tercio de los pacientes y es mucho más grave.
La capacidad del polen para producir alergia se debe a las proteínas alergénicas
contenidas en los granos que se depositan en las mucosas conjuntival, nasal o
bronquial.
En cualquier caso, las plantas necesitan cumplir una serie de requisitos, conocidos
como los postulados de Tomen, para que puedan ser consideradas como potencialmente
alergénicas.
1.- Que contenga alérgenos de alto poder sensibilizante, es decir, capaces de
desencadenar fenómenos anafilácticos en el organismo humano.
2.- Que el polen sea anemófilo principalmente.
3.- Que dicho polen flote, es decir, que permanezca largo tiempo en suspensión
y que sea de fácil dispersión por el viento.
4.- Que las especies productoras del mismo, crezcan en lugares próximos a las
áreas habitadas por humanos.
5.- Que haya abundante masa vegetal de las especies en cuestión.
La polinosis se puede clasificar en relación a tres épocas del año: finales de
otoño e invierno, primavera e inicios de verano y verano y principios de otoño.
El periodo de finales de otoño e invierno incluye los meses de noviembre a
marzo, y en él destaca el polen de árboles de las familias Cupressaceae, Fagaceae,
Salicaceae y Betulaceae.
El periodo de primavera y principios de verano incluye los meses de abril a
julio, siendo los tipos polínicos predominantes en esta época los procedentes de
plantas herbáceas, aunque también destacan algunos de especies arbóreas: Poaceae
(gramíneas), Urticaceae, Polygonaceae, Plantaginaceae y Oleaceae.
En el periodo que incluye el verano y comienzo del otoño, es decir los
meses de agosto a octubre, los tipos polínicos principales son los de las familias
Chenopodiaceae y Asteraceae.
Manifestaciones clínicas
La polinosis se ha asociado históricamente con manifestaciones clínicas nasales y
conjuntivales, pero en porcentajes variables y dependiendo de las características de
cada tipo de polen, también se puede manifestar en forma de asma, todo ello con
diversos grados de gravedad como se ha comentado anteriormente.
Según al órgano al que afecte, los síntomas y signos de la polinosis son
diferentes.
a) En el ojo, la conjuntivitis se manifiesta como picor ocular, intenso
lagrimeo y enrojecimiento e hinchazón de la conjuntiva. En ocasiones
puede asociarse edema palpebral.
b) En la nariz (rinitis) el paciente refiere intensa hidrorrea (mucosidad como
agua) por la gran secreción de la mucosa; bloqueo o congestión nasal
que le dificulta la respiración por la nariz por aumento de tamaño de los
cornetes nasales; muchos estornudos en salva; picor en fosas nasales y a
veces también en paladar, faringe y conducto auditivo. No se asocia con
fiebre, lo que lo diferencia de los procesos infecciosos.
c) Cuando se afectan los bronquios se producen las crisis de asma que se
manifiestan como episodios de disnea (dificultad respiratoria), tos persistente,
ruidos respiratorios (silbidos) y a veces sensación de opresión torácica.
Tratamiento
El tratamiento de la alergia al polen se divide en tres escalones complementarios:
A.- Normas ambientales para evitar o disminuir la exposición al polen en pacientes
alérgicos.
1. Conocer la planta y época de polinización del polen causante de la
polinosis.
2. Mantener las ventanas cerradas por la noche. Utilizar aire acondicionado
con filtros.
3. Disminuir las actividades al aire libre durante los días de mayor concentración
de polen (5-10 horas de la mañana por emisión de polen y las 19-20 horas,
periodo de descenso del polen desde lo alto de la atmósfera al enfriarse
el aire -inversión térmica-) y los días de viento, secos y soleados.
4. Mantener cerradas las ventanillas cuando se viaja en coche. Poner filtros
antipolen al aire acondicionado del automóvil y renovarlos con frecuencia.
5. Tomarse las vacaciones durante el periodo álgido de polinización,
eligiendo una zona libre de polen. La concentración del mismo es menor
cerca del mar.
6. Evitar cortar el césped o tumbarse sobre él.
7. No secar la ropa en el exterior durante los días de recuentos altos. El polen
puede quedar atrapado en ella.
8. Ponerse gafas de sol al salir a la calle.
9. Seguir las previsiones polínicas viendo cómo varían los recuentos.
10. Tomar la medicación prescrita.
B.- Tratamiento farmacológico.
Es muy variable y depende de los órganos afectados y de la intensidad de los
síntomas.
1. Antihistamínicos:
a. Orales.
b. Tópicos: nasales y oculares.
2. Corticoides:
a. Orales.
b. Tópicos: nasales, oculares e inhalados.
3. Antileucotrienos.
4. Cromonas tópicas: nasales, oculares e inhaladas.
5. Broncodilatadores de corta o larga acción.
6. Otros.
C.- Inmunoterapia.
La inmunoterapia es, en la actualidad, el único tratamiento que puede
alterar el curso natural de la enfermedad alérgica. El tratamiento etiológico de
la polinosis, además de disminuir los síntomas y la necesidad de medicación,
contribuye a modificar la historia natural de la enfermedad alérgica y previene
nuevas sensibilizaciones, así como la posibilidad que tienen los pacientes con
rinoconjuntivitis de desarrollar asma.
La inmunoterapia consiste en administrar, de forma subcutánea o sublingual,
cantidades gradualmente crecientes de un extracto alergénico, al que el paciente es
alérgico, para mejorar los síntomas causados por la exposición a dicho alérgeno. La
indicación de este tratamiento debe realizarla un médico especialista en alergia, y la
duración generalmente es de 3 a 5 años. La inmunoterapia específica estará indicada en
aquellos pacientes con rinoconjuntivitis polínica mediada por IgE (con relación causaefecto con el alérgeno demostrada), de intensidad moderada-severa, asociada o no a
asma bronquial, y con control insuficiente de la sintomatología con la farmacoterapia
habitual. La inmunoterapia específica es más eficaz en niños y adultos jóvenes.