La Guardia Civil de Valladolid detecta en el mes de octubre, 146 conductores al volante habiendo consumido alcohol y drogas

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Redacción.-

 De las 250 pruebas de drogas realizadas a conductores, 75
resultaron positivas
 A 35 conductores se les han instruido diligencias para su posterior
traslado a la autoridad judicial por delitos contra la seguridad vial

Durante el mes de octubre del presente año, 146 conductores han sido
denunciados por Agentes del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de
Valladolid por conducir habiendo consumido alcohol y drogas.
De ellos, 75 por dar positivo en drogas y 71 por alcohol.
En total se han realizado 7942 pruebas

Durante este mes se han realizado 250 pruebas de detección de drogas a
conductores que presentaban algún síntoma de haber ingerido alguna
sustancia, habían cometido alguna infracción o que se habían visto
implicados en un accidente.
De éstos 250 conductores sometidos al test salival para comprobar la
presencia de drogas en su organismo, 75 resultaron positivas, es decir un
30%;

Como viene siendo habitual entre las drogas más consumidas están el,
cannabis ,anfetaminas y cocaína.

Controles de alcohol
En lo referente al alcohol, durante el mes de octubre se han realizado 7.692
pruebas de control de alcoholemia y 71 conductores dieron positivo, de ellos
58 detectados en controles preventivos, 05 tras haber cometido una
infracción, otros 08 por estar implicados en un accidente.
De los 71 conductores que dieron positivo , a 54 se les ha abierto expediente
sancionador por vía administrativa, mientras que a los 17 restantes se les ha
instruido diligencias para su posterior traslado a la autoridad judicial por
superar la tasa de 0,60 mg/l en aire espirado.
Así mismo dentro del mes reseñado se ha investigado a 18 conductores de
turismo, 14 por perdida de vigencia del permiso por pérdida de puntos ,02
por privación del permiso por decisión judicial y 02 por carecer de él .
«La ingesta de bebidas alcohólicas influye en el conductor de un vehículo con
la disminución de la capacidad sensorial, de reflejos y de atención en la
conducción, desvirtuando la percepción de la realidad, determinando una
conducción inapropiada y creando un concreto peligro para la vida propia y
del resto de los usuarios de la vía, aumentando exponencialmente la
posibilidad de sufrir un siniestro vial».