Editorial

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¡Feliz 2017!
Esta noche, cuando suenen las doce campanadas del reloj de la Puerta del Sol, los españoles ingerirán las tradicionales uvas para dar la bienvenida a 2017, expresando en esos momentos sus mejores deseos, en medio de abrazos y besos, para que el nuevo año sea mejor que el que queda atrás.
Pendientes de la televisión, en unos caso; en calles y plazas, en otros; o en cenas y cotillones de establecimientos hosteleros, la forma de proceder y los deseos de todos los españoles serán los mismos en los cuatro puntos cardinales de la “piel de toro”, porque, la verdad sea dicha, 2016 no pasará a la historia como un año feliz, ya que en el mismo se han visto cosas inimaginables en otras épocas, a las que la guerra, la emigración, los desastres naturales o las carencias nacidas de la crisis económica no son ajenas. Y para colmo 2016 pasará a la historia como el año en el que España estuvo varios meses sin Gobierno y el que ejercía como tal hizo de su capa un sayo cuando le convino sin dar explicaciones.
Ojalá 2017 sea el año en que la recuperación económica que se refleja en las grandes cifras de la macroeconomía se traslade a la calle haciendo que los españoles vivan un poco mejor;  ojalá la clase política, tanto la llamada vieja como la nueva, que ya deja de ser neófita, encuentren los consensos para hacer que el ambiente del país evoluciones de forma positiva y pueda, además de encontrar mecanismos que no tengan durante meses a España sin Gobierno, solventen los grandes problemas del paro y de la cohesión interregional, además de erradicar la corrupción.
Quiera Dios que con el nuevo año Europa ejerza ese liderazgo que por derecho le corresponde para solventar, con dignidad para todos, los problemas de la emigración y acierte, con una labor conjunta y preventiva, en las medidas que hayan de adoptarse para que los grandes y execrables atentados sufridos, del signo que sean, no vuelvan a repetirse, haciendo desaparecer sus orígenes que no son otros que el radicalismo y la intransigencia de cualquier signo.
Estos son, seguro, los deseos de cualquier persona de bien, de los que este semanario se hace eco sin la presunción de arrogarse la representación de nadie, sencillamente porque los mismos emanan del sentido común y de la antes esperanza y hoy deseo de vivir en un mundo mejor.
Por todo ello, el equiupo de redacción de “La Voz de Medina y Comarca” formula sus mejores deseos para todos en el nuevo año, deseando a sus lectores y a quienes no lo son un ¡Feliz 2017!
La Voz de Medina y Comarca