Teresa García.- En el amor y en la guerra todo vale, pero en la batalla que se ha librado hoy en la Plaza Mayor de la Hispanidad sólo se han podido utilizar pistolas de plástico y agua como munición, para “herir” o más bien empapar al enemigo hasta prácticamente calarle los huesos.
Las nubes amenazantes que han eclipasdo los rayos de sol durante toda la mañana no han impedido que aproximadamente medio centenar de niños y niñas de cortas edades se hayan dado cita en el ágora medinense y entre risas y carreras utilizaran sus “armas” para mojar a todo el que se les pusiera por delante. Algunos ni siquiera utilizaron pistolas y simplemente se valieron de globos o botellas de agua para calar a todo aquel que se cruzase en su camino.
Los más precavidos participaron en la batalla ataviados con chubasqueros, mientras que otros optaron por las chanclas y el bañador, más bien para recordar al público asistente, padres, madres, abuelos y otros familiares, en su mayoría, que todavía estamos en verano.
Niños y niñas se lo pasaron de lo lindo participando en esta actividad incluida en el programa oficial de las fiestas patronales, en la que sólo se atrevieron a mezclarse con los más jóvenes dos mayores, aunque sólo de edad, que eso sí, se apuntaron y calaron sin piedad.
Mientras tanto, la charanga tordesillana “Sal del Compás” amenizaba con su música esta batalla campal, que este año ha estado deslucida por la falta de sol, y de más chavales que desenfundaran sus vistosas y coloridas pistolas.