Editorial

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Otra vez, agua de colorines
Ya más que costumbre viene a ser un vicio que el agua de la “Mancomunidad Tierras del Adaja” ofrezca, de forma esporádica y cuando le viene en gana, aspectos que nada tienen que ver con las características del líquido elemento, en principio incoloro, inodoro e insípido.
Cuando no son algas o vertidos incontrolados los que alteran el aspecto o el sabor del agua de abastecimiento domiciliario de los pueblos mancomunados – Medina, Olmedo, Alcazarén, Ataquines, Hornillos de Eresma, Pozal de Gallinas, Ramiro y La Zarza- es la presencia de cualquier elemento inesperado. En esta ocasión, en unos días en los que el agua de los pueblos mancomunados tiene una tonalidad beige, el hecho es imputable a la presencia de manganeso, un metal de transición, blanco-grisáceo, parecido al hierro, duro, frágil y fácilmente oxidable. Es decir, que la tonalidad amarronada del agua es imputable, de forma presumible, al manganeso oxidado, peligroso para la salud -sistema respiratorio y nervioso fundamentalmente- cuando se consume en cantidades superiores a las que genera la propia necesidad del cuerpo humano.
Parece ser que, según los datos facilitados por la concesionaria de la distribución del agua de la Mancomunidad “Tierras de Adaja”, que preside el alcalde de Medina, Crescencio Martín Pascual, la dilución de manganeso no alcanza en el líquido elemento niveles peligrosos para la salud y entra dentro de los parámetros autorizados, aunque es innegable que beber un vaso de agua de color no es un plato de gusto para nadie.
Para aclarar esta nueva vicisitud por la que pasa el agua del grifo sería conveniente saber de dónde ha salido el manganeso en cuestión, ya que en la zona no existen minas de dicho metal; aunque su presencia es frecuente en la naturaleza. ¿Se trata de algún vertido ilegal que haya implicado la utilización de permanganato potásico para despolarizar pilas y baterías? ¿acaso se debe a las “caricias” que las aguas pluviales han propinado con motivo de su abundancia a algún vertedero, legal o ilegal, que recoja dichos elementos desechados? La cuestión está por aclarar.
Pero lo que parece ya más que impresentable es la difusión y venta política que se ha hecho de los filtros de carbono activo instalados por la Junta en las instalaciones depuradoras, que al parecer no funcionan y aún están en período de pruebas, para mejorar el sabor y el olor del agua, olvidando que la misma ha de ser incolora y que el compromiso de instalación de dichos filtros se realizó, precisamente, porque el agua, hace 6 años, tenía, entre otras cosas, tonalidades diversas.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA