Editorial: Guardería para todos

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Según se van decantando los datos un mayor número de niños de 0 a 3 años se queda fuera de la Guardería municipal. En total, son 61 los beneficiarios y 67 los niños excluidos.
Pero la problemática no termina ahí, ya que ni la iniciativa privada ni la pública son suficientes para absorber este colectivo de pequeños, con lo que la conciliación de la vida familiar y laboral, tan hablada y cacareada constantemente, no pasa de ser en Medina un mero brindis al sol.
Las previsiones que facilitaba el Partido Socialista Obrero Español sobre la existencia de 700 niños de 0 a 3 años en los próximos años, no dejan de ser, cuando menos, alarmantes. Por ello, no estaría de más que el grupo de Gobierno del Ayuntamiento de Medina del Campo, que preside Crescencio Martín Pascual, contactase con las autoridades sanitarias, pertenecientes a su mismo partido, ya que las transferencias en la materia las ostenta la Junta de Castilla y León, para elaborar un censo de futuros nacimientos, con el objeto de saber a qué problema real tendrá que enfrentarse Medina en esta materia.
Loable es, sin duda alguna, la existencia de una Guardería municipal, pero cuando la misma es insuficiente hay que buscar otras soluciones que sean lo menos onerosas, tanto para el Ayuntamiento como para los ciudadanos. Y es que, no hay que olvidar que los impuestos de todos cubren las plazas existentes en la Guardería municipal, aunque algunos niños queden fuera de la misma, es decir, se están cercenando derechos ciudadanos de utilización de este servicio.
No parece mala la solución que brinda el Partido Socialista Obrero Español, que no es otra que la firma de un acuerdo con la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León para la cesión de determinadas aulas de los colegios públicos de Medina, inocupadas, y con poco gasto adaptar las mismas para los niños de 0 a 3 años. Y es que, los servicios de mantenimiento de los colegios, la luz y la calefacción de los mismos corren por cuenta del Ayuntamiento, con lo cual, el sostener las aulas-guardería en dichos centros sería mucho menos oneroso para el erario municipal y para todos. Además, si dichas aulas-guardería se acogen al programa “Crecemos”, será la Junta de Castilla y León, quien en uso de sus competencias, financie el mantenimiento de los monitores que habrán de cuidar a los niños desde las nueve de la mañana hasta la una y media de la tarde, corriendo sólo el Ayuntamiento con los gastos propios de la ampliación del horario necesario. El reto está ahí, y no parece tan difícil recoger una buena sugerencia para beneficio de todos.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA