El declinar de una estrella
Cuando tiene lugar unas elecciones,
raro es que cualquiera de los partidos políticos que participen en las mismas no valoren sus resultados, por malos que sean, como un nuevo logro electoral. Pero lo único que hay cierto es que el pasado 9 de marzo se impuso el Partido Socialista Obrero Español en el conjunto de España y también en Medina del Campo, al obtener 6.313 votos, que representan el 47,79% de los sufragios emitidos, frente a los 6.042, con un dato porcentual del 45,74%, logrados por el Partido Popular.
A pesar de que la formación que encabezaba Mariano Rajoy ha valorado a nivel local los resultados como positivos, debería mirar hacia atrás y comparar los datos que a lo largo de las tres últimas convocatorias de Elecciones Generales ha obtenido en el municipio, bajo la presidencia de Crescencio Martín Pascual.Recién llegado a la Alcaldía, Martín Pascual y el PP obtuvieron, en los comicios generales de 2002, 6.387 votos, lo que suponía en aquel entonces el 54,46% del electorado, frente a un modesto PSOE que tuvo que conformarse con un 36% al lograr sólo 4.265 votos.
Posteriormente, en 2004, el PP local recibió el primer varapalo que encontró reflejo en las Elecciones Generales, con 5.847 votos, frente a un PSOE ya en alza que conseguía 6.145, superando éste a aquél en un 2,49% de los sufragios emitidos.Otro tanto podría decirse de las Elecciones Locales, que en el primer y segundo mandatos de Martín Pascual, el PP obtuvo mayoría absoluta, mientras que en el este último, el de mayo de 2007, se ha visto abocado a tener que incluir al único representante de la UPMe en el equipo de Gobierno para mantener la estabilidad del Ayuntamiento, al perder la mayoría absoluta por una diferencia con la primera fuerza de la oposición de 129 votos.Así las cosas y en crudo, el Partido Popular ha logrado, diga lo que diga, menos sufragios que en 2002 y un dato porcentual inferior, por lo que el futuro que se atisba para la formación de derechas que preside a nivel local Martín Pascual se presenta más que oscuro, negro.
En cuanto a las valoraciones que desde el PP se han realizado, al menos las mismas pueden tildarse de dudosas, cuando no de falsas, simple y llanamente porque ya no hay un atentado como el de 2004 al que se imputó la sangría de votos que la formación de derechas se va granjeando a nivel local con una política cotidiana que ya comienza a espantar a los sectores de la derecha moderada de Medina del Campo. LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA