Las disculpas no están de másCuando ya hace meses este semanario desveló las intenciones de la Fundación Simón Ruíz de ceder en usufructo a una empresa-fundación el inmueble histórico del Hospital para la construcción de un hotel de lujo en el mismo, los teléfonos más diversos sonaron en la dirección de La Voz para protestar por una información que se tildaba de falsa.Entre dichos teléfonos, ni qué decir tiene figuraba el del presidente de la mencionada Fundación y alcalde de la villa, Crescencio Martín Pascual, responsable, en el primero de estos cargos, de las firmas de escritura de permuta, cesiones en usufructo, fijación de renta que debería pagar por el arrendamiento del Hospital la Fundación Villa de Ferias y San Diego de Alcalá como contrapartida a la explotación del inmueble y hasta la fecha en la que debería empezar hacer efectivo dicho pago, eximiendo de toda responsabilidad al usufructuario del derrumbamiento del edificio, si se produjera durante la tramitación de las licencias de obras.Eso sí, buen cuidado tuvieron los redactores del documento para dejar atado el plazo de prórroga del convenio, sine die y a criterio de los firmantes.Ahora, un responsable del Ayuntamiento, concretamente el de Urbanismo, que no es miembro de la Fundación Simón Ruíz, anuncia que, de forma presumible, el proyecto no podrá salir adelante en esta legislatura, tras haber cantado, divulgado y vendido las excelencias que la ejecución del mismo acarrearían para la villa. La portavocía del edil de Urbanismo es, al menos, extraña, ya que quien debiera realizar los anuncios que afectan a la Fundación Simón Ruíz debería ser su presidente, que, tanto en su condición de responsable de la misma, como en la de alcalde del municipio, siempre busca un mirlo blanco para echarle por delante y así, por el simple hecho de no hablar, no quedar en evidencia.Pero el tema va mucho más allá, ya que la Fundación Simón Ruíz y la junta que la regenta, compuesta por el alcalde, un notario, un sacerdote y un hombre bueno que en los últimos tiempos se ignora quién ha desempañado tal papel de bonomía, tienen por encima un fiscal inapelable que es el Protectorado de Fundaciones, en este caso dependiente del Gobierno de la Nación. Algo que a todas luces impedirá estas permutas tan beneficiosas para negocios particulares, en detrimento de lo ordenado por el fundador del Hospital, Simón Ruíz Envito, y del testamento que en su día dictó. Por tanto, no estaría de más que algún teléfono sonase ahora para que su titular entonase el mea culpa al ver que la información que se dio era exacta a juzgar por lo que Rodríguez ha dicho, en nombre de su jefe. LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA