Editorial: Bienvenido, Grupo Siro

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Dicen que de bien nacidos es ser agradecidos. Y por tal motivo Medina del Campo tiene que dar, de forma necesaria, porque nobleza obliga, su bienvenida al Grupo Siro, conjunto empresarial que, con especialidad en diversos productos gastronómicos de bollería y aperitivos, ha adquirido la factoría de Productos Casado.Con esta compra, un importante colectivo de trabajadores ve garantizada su estabilidad laboral y económica para el futuro, de forma especial en unos momentos en los que el empleo fijo figura a la cabeza de las preocupaciones de los españoles y, por supuesto, de los medinenses.Además de desear la bienvenida a dicho grupo, es necesario también augurarle toda la suerte del mundo, ya que, aparte de 160 trabajadores fijos, penden de su éxito en la elaboración de diversos productos un número indeterminado de empleados eventuales que hasta la fecha prestaban sus servicios a la firma Casado.Es de resaltar que los antiguos  propietarios de Productos Casado, que mantendrá su tradicional nombre como firma comercial y de marca, se encargarán de la comercialización de estos productos, aunque queda por determinar el futuro de un segmento de trabajadores que no es otro que el relacionado con la conducción de vehículos existente. Y es que el presidente del Grupo Siro, Juan Manuel González Serna, dejó bien claro ante los medios de comunicación que dicha empresa es productora, pero no transportista. Es éste, por tanto, un problema a resolver y que no es precisamente aleatorio, ya que un determinado número de familias se sustenta de los salarios que se generan en dicho concepto.Por otra parte, Grupo Siro anuncia producción intensiva durante los 365 días del año y durante las 24 horas de los mismos, con lo que el futuro de los trabajadores eventuales e incluso parcialmente de algunos de la plantilla, está condicionado al éxito de los nuevos productos que dicha firma se propone lanzar al mercado desde su factoría medinense.Eso sí, es de esperar que el Grupo Siro, en el supuesto caso de que las cosas no vayan como se pretende y que algunos de sus productos futuros  no tuviesen la penetración deseada en el mercado, al menos contemple esa figura de la deslocalización de los puestos de trabajo, trasladando a algunos operarios a sus otras factorías, que si no es la fórmula más deseada, al menos sí salvaguarda los intereses del colectivo de trabajadores. Por todo ello, reiteramos la bienvenida al Grupo Siro y le deseamos todo tipo de éxitos.                                                                                                                                                                                                                                                LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA