Editorial: Clamor contra el Ayuntamiento

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Finalmente, a las críticas y a las quejas de los ciudadanos de a pie se une ahora el clamor del sector de la Construcción por la política que se está llevando desde el Ayuntamiento en materia de Urbanismo. 

La cuestión no es para menos, ya que los perjuicios causados a dicho sector por el retraso en el otorgamiento de licencias y la inoperancia del Equipo de Gobierno para sacar adelante el Plan General de Ordenación Urbana, PGOU, y el Plan Especial de Casco Histórico, PECH, son graves.

Los constructores denuncian que, de seguir así las cosas, tendrán que proceder, obligados, a reducciones de plantilla, a dejar de subcontratar obras y, en definitiva, a un sinfín de medidas no deseadas que confluyen en la destrucción de empleo. Las causas de este proceder son imputables, quiérase o no, al Ayuntamiento de Medina del Campo, que nunca a lo largo de la trayectoria de la democracia se ha mostrado tan inoperante como ahora. La situación parece grave, ya que de no resolverse la misma de forma inmediata, al paro directo que pueda generar el sector de la Construcción, básico para la economía en todos los tiempos, puede añadirse el inducido, que incluye a la práctica totalidad de los segmentos de la economía: madera, aluminio, cerámica, mueble y decoración, llegando en su conjunto hasta el sector comercio. Y es que si no hay ingresos, porque hay paro, es difícil que la economía local, contemplada globalmente, funcione.

Así las cosas, o se toman decisiones políticas acertadas o el futuro de Medina del Campo es más que negro, ya que el retraimiento de la economía local – y la villa lo conoce por haberlo experimentado en sus propias carnes en otros tiempos-, puede tener unas consecuencias nefastas, de añejo e ingrato recuerdo: paro, caída del consumo, merma del poder adquisitivo de toda la ciudadanía, crisis y un sinfín de circunstancias aciagas que nadie quiere. Por todo ello, el Ayuntamiento de la Villa, afectado de parálisis en el tema de Urbanismo y en otros más, tiene que adoptar medidas urgentes para solventar una papeleta que no es estrictamente suya ya que afecta a todos los ciudadanos. 

El reto está ahí, y con él la responsabilidad de todo gobernante que se precie, ya que este tema afecta a los intereses generales del municipio y, ni por desidia de unos gobernantes ni por la incapacidad de una clase política, agónica y que aspira a perpetuarse en sus poltronas, va a pagar las consecuencias Medina del Campo, cuyos ciudadanos sólo quieren trabajar duro para tener un mañana mejor.

LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA